La carne forma parte importante dentro de nuestra alimentación, consumirla aporta nutrientes vitales para nuestro cuerpo entre los cuales destacan los aminoácidos, vitaminas y minerales.
De acuerdo con el Compendio Estadístico de 2018 del Consejo Mexicano de Carne, México ocupa el sexto lugar alrededor del mundo en consumir proteínas animales con más de 8.5 millones de toneladas de res, cerdo y pollo al año, representando así el 3.2% del consumo mundial.
Sólo para que te des una idea, también México ocupa el lugar número siete con más de 6.7 millones de toneladas producidas anualmente.
En los años 50 en Estados Unidos comenzaron a abrirse paso los famosos feedlots. Así se llamaron a aquellos lugares donde se alimentaban a los animales de manera confinada, todo esto con la finalidad de crear grandes producciones de ganado sin importar su calidad.
Ver esta publicación en Instagram
Sin embargo, esto es perjudicial tanto para nosotros como para ellos, básicamente porque el organismo de éstos no está preparado para alimentarse a base de puros cereales.
Productos como el maíz, la soya y las legumbres aumentan el crecimiento de los animales pero a la larga se pudren dentro de su interior.
Otro factor importante es el exceso de energía que llegan a tener con el uso de hormonas y antibióticos. Además de ser perjudiciales en la vida del ganado, el uso de químicos puede ser letal para los humanos.
Para mitigar el daño, se desarrollaron nuevas opciones que además de ser bastante generosas con el medio ambiente lo son también con ellos y de paso con los consumidores.
Actualmente, las personas que consumen carne buscan productos de calidad que no perjudiquen de manera mayoritaria al medio ambiente y a los animales. Un ejemplo claro es la llamada grass fed.
Este modelo hace referencia a la carne de animales que son alimentados y criados con pasto y no fueron engordados con aditivos, hormonas ni otros productos nocivos.
De esta forma, el producto final no contiene hormonas, antibióticos, químicos ni conservadores pues las pasturas con las cuales se alimentan son libres de fertilizantes, pesticidas y herbicidas.
El estilo de vida de estos animales suele ser muy sana y tranquila pues se dedican a pastar la mayor parte del tiempo; esta técnica de alimentación aplica para vacas, corderos, cabras y reses siendo una clave importante para el producto final.
La carne de animales que consumen sólo pasto tienen muchísimos beneficios para el cuerpo humano. Aquí te vamos a contar por qué.
Chécate esta receta con carnita asada y brilla en tu próxima reunión.