El mundo de las abejas es simplemente fascinante, desde el jobón hasta la mesa, siempre hay algo nuevo por conocer. Los tipos de miel son tan solo un tema de las decenas que existen y es tan complejo como decir que no solo hay una especie, sino más de 300.
Este endulzante natural y viscoso es el más antiguo del planeta; la polinización de las abejas es el causante de que la miel exista y dicho sea de paso, también de toda la biodiversidad en el mundo.
Para esta tarea trabajan en equipo con otros insectos como avispas y mariposas pero es responsabilidad de ellas el 70% de los 100 tipos de cultivos que abastecen al mundo de alimentos.
Clasificar la miel no es una tarea fácil; puede ser por su geografía, tipo de abeja y hasta flor de procedencia.
Cuando hablamos de la geografía significa que el país, la región, el estado y hasta una zona en específico puede ser determinante para ciertos tipos de miel. En México, la Península de Yucatán que abarca tres estados conforman una sola zona productora.
Hay hay principalmente dos especies productoras: la abeja europea o apis mellifera y la melipona que no tiene aguijón. En esta zona hay de los dos tipos y a pesar de ser el mismo animal, el resultado es distinto.
También se puede clasificar por la procedencia de la flor o el arbusto del que se recolectó. Con base en esto, La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos registra 320 tipos de miel.
Hay mieles multiflorales, que quiere decir que las abejas extraen el néctar de distintas especies; las monoflorales son de una sola variedad y las de bosque que también son conocidas como mieladas o rocío de miel.
Las mieladas son recolectadas principalmente de árboles y existen de origen vegetal y animal. La primera se da por la humedad y las altas temperaturas que en consecuencia hacen que los árboles “secreten” savia; un fluido que queda expuesto y es recogido por las abejas. Sucede principalmente en árboles de roble y encinos.
La mielada de origen animal se da porque esta misma savia es absorbida por otros insectos que eventualmente secretan de nuevo. Esto es recogido y transformado en miel y un ejemplo de esto son las hormigas mieleras.
Y aunque las abejas hacen básicamente todo el proceso, ¿qué les dicta cuáles son las flores más atractivas para extraer el néctar y después polinizar? Aquí entra otro fenómeno maravilloso de la naturaleza llamado melitofilia.
Este es un sistema o síndrome de polinización de supervivencia en donde las flores atraen ya sea a las abejas, avispas, mariposas y más por medio de su forma, olor y color. ¡Qué tal!
Nuestro país es un gran productor de miel de varios tipos multiflorales y monoflorales. De acuerdo con CONABIO hay al menos 60 tipos distintos en el país de los cuales 4 son de abejas meliponas.
La mayoría se cosecha en primavera pero gracias a la gran diversidad que existe de flores durante todo el año se puede producir.
A continuación describiremos algunas y si quieres conocer más tipos de miel puedes entrar aquí.
El mezquite es un árbol que se da en zonas áridas y semiáridas del país con mucha facilidad. Su color varía entre ámbar claro y blanco, tiene una consistencia parecida a la mantequilla.
El sabor es ligero y con notas a madera, se le atribuyen propiedades digestivas y antibióticas.
Es producida principalmente en Michoacán en donde la siembra de aguacate es muy numerosa. Tiene un color oscuro por lo que es conocida como “oro negro”, tiene un aroma frutal.
El sabor es ligeramente dulce al inicio terminando con un toque salado. Entre sus propiedades está la depurativa además de ser rica en hierro.
La flor de azahar se da en los árboles de naranjo, limonero y citrón. La podemos encontrar en Veracruz y tiene un color anaranjado. Ayuda a combatir enfermedades del sistema respiratorio.
La miel de manglar tiene poco tiempo de cosecharse en México y están zonas donde los ríos desembocan al mar. Su aroma es frutal, es muy clara y poco espesa. Hablando de sabor a pesar de que es dulce como es la naturaleza de la miel tiene toque amargos y salados.
En la zona del bajío principalmente en Guanajuato existen plantíos de lavanda, esta flor cumple con las características de forma, color y olor que buscan las abejas para polinizar y extraer néctar.
En la Ciudad de México el Huerto Roma Verde cuenta con una iniciativa llamada “Aeropuertos de abejas” en donde se restauran las jardineras públicas con flores de lavanda para que en transportes largos, las abejas tengan la oportunidad de alimentarse.