Hay ingredientes que la gente asocia instintivamente con el riesgo de la intoxicación por alimentos: pollo, huevos crudos y mariscos, por ejemplo. Pero ¿sabías que es igual de peligroso comer arroz recalentado o vegetales sin lavar?
Con los huevos, el peligro es la posibilidad de la presencia de salmonella, una bacteria común en las aves que causa uno de los tipos más comunes de intoxicación alimentaria.
Se ha advertido a las mujeres embarazadas, los ancianos y los niños que no coman una yema medio cruda o huevos tibios, mientras que los foros en sitios web para padres de familia contienen discusiones sobre los peligros que presenta el delicioso placer de meter el dedo en la mezcla para pastel cruda.
Pero hablemos del arroz recalentado y su clasificación como alimento potencialmente peligroso. Pensando en él así, daría la impresión de que puede ser el culpable de algunas enfermedades estomacales -graves y no tanto-.
Es imposible enumerar con precisión la cantidad de enfermedades causadas por cada clase de comida, pero con lo que se sabe se identifican algunos presuntos culpables.
Se cree que los berros, los brotes de soya y las hojas de curry han sido responsables de algunos de los brotes de intoxicación alimentaria de más alto perfil. Ha muerto gente después de ingerir apio, mantequilla de maní y melones contaminados.
Uno de los casos más extraños de intoxicación por alimentos ocurrió en 1951 en la ciudad francesa de Pont-Saint-Esprit. Cinco personas fallecieron y muchas sufrieron alucinaciones después de comer pan de centeno contaminado por un hongo venenoso llamado cornezuelo.
“Cualquier alimento puede ser tóxico si no se prepara o almacena correctamente”, le explica a la BBC la doctora Haruna Musa Moda, del Centro de Investigación Alimentaria en la Universidad Metropolitana de Manchester.
“El pollo, los huevos y los mariscos están clasificados como de alto riesgo, además del arroz, los fideos y el cuscús: alimentos ricos en almidón, con un alto contenido de humedad. Las comidas preparadas y las carnes cocinadas también están en la lista de alto riesgo, pero la gente tiende a no pensar tanto en ellas”.
Muchos somos inconscientes de los peligros de comer arroz o fideos recalentados. Nuestra percepción de los riesgos depende de incidentes notorios que suceden con mayor frecuencia como las proteínas animales.
De igual forma, a la gente le cuesta entender que los productos vegetales pueden ser riesgosos a pesar que algunos brotes -incluidos el azuki, la alfalfa, las lentejas y el frijol mungo- han sido vinculados a una cantidad de alarmas sanitarias.
“Las hojas para ensaladas y los vegetales de hojas verdes se pueden contaminar con bacterias, como la salmonella y la E.coli”, explica O’Brien.
“La ensalada embolsada, en particular, puede tener gérmenes que se pegan al borde cortado de la hoja, es decir, donde están los nutrientes y donde es más difícil de deshacerse de los gérmenes al lavarlas”.
Es una causa mucho más común de infecciones estomacales de lo que cualquiera pensaría. El arroz tibio es el lugar perfecto para la proliferación de una bacteria llamada Bacillus Cereus que tiende a reproducirse con mucha facilidad en las sobras de comida a temperatura ambiente.
Cuando esto sucede, la enfermedad provoca crisis diarreicas y de vómito así como náuseas y cólicos abdominales. Si estás leyendo esto demasiado tarde ¡hidrátate! No dejes de beber agua y ten paciencia que la infección desaparecerá en aproximadamente 24 horas.
Aguas. No es que el arroz sea peligroso en sí mismo, sino que una vez cocinado hay esporas de bacterias que pueden germinar en él. Es el ambiente perfecto: está calientito, hay muchas azúcares y los microorganismos pueden aprovecharlo todo.
Aunque las abuelas digan lo contrario, la mejor forma de almacenar el arroz es refrigerado inmediatamente después de que sobra.
Otro consejo es esparcirlo en platos poco profundos para acelerar el enfriamiento o, el más evidente: cocinar sólo lo que se va a comer.