Para todos aquellos fanáticos de los sabores ácidos y aromáticos; los amantes de la comida sencilla y también muy sabrosa, seguramente está entre sus habilidades saber preparar pata de res. Ese guisado callejero que nos conquista de vez en vez y que está presente cuando andamos con ganas de comer garnachas sobre una tostada bañada con crema y frijoles.
Quizás el primer acercamiento con la pata cuando intentes cocinarla no sea del todo agradable: pararse por la carnicería y ver aquello puede despertar un par de dudas que comienzan con la más básica, ¿cómo demonios ese producto llega a ser la delicia acidita que nos encanta?
Tenemos la respuesta. Y de paso, una receta muy práctica para que no te rompas la cabeza en el intento. ¿Tienes olla express? ¡Mejor aún, el tiempo se hará aún más corto!
Si hay algo maravilloso de preparar pata de res es que al comerla en una tostadita con crema y salsa verde cruda obtenemos más beneficios que el puro placer que nos hace salivar.
Este ingrediente es muy rico en colágeno -el cual ayuda al fortalecimiento óseo y a mejorar la salud del cuero cabelludo y uñas-; además tiene más minerales en proporción con otras partes de la res: calcio, magnesio y fósforo son sólo algunos de los que completan el cuadro.
Ojo: al tiempo de cocinarlo puede ser que desprenda aromas que no se perciben tan agradables pero nada tiene que ver con el resultado final. Otra cosa que debes saber es que la cocción es larga, por lo que la paciencia es un ingrediente indispensable.
El secreto para una buena tostada de pata es que esté en el punto exacto de acidez: ni mucho vinagre ni muy soso. La carne no aporta gran sabor pero sí es capaz de absorber el líquido en el que se prepara así que ármate de hierbas aromáticas para completar.
Para preparar pata de res
Para la vinagreta
Para las tostadas