Estabas tan inspirado en la cocina que te pasaste de chile y ahora quieres reducir lo picoso de tu comida pero no sabes cómo. Nos ha pasado.
Los mexicanos estamos acostumbrados al picante -o al menos eso dicen los valientes- pero no todos somos iguales; hay personas que prefieren moderar su consumo de chile ya sea por problemas de gastritis o por gusto.
Para que no sientas que echaste a perder tus horas de esfuerzo en la cocina, acá te dejamos estos consejos para arreglar ese pequeño problemita, ¡todo tiene solución!
Hay muchos tipos de hortalizas, es decir, los vegetales que se cultivan en un huerto.
Algunas tienen nombre raros como las bracicáseas que son las del estilo del brócoli y la coliflor; las curbitáceas como la calabaza y el pepino; también están las de hoja verde. Las que más nos interesan son las que tienen un alto contenido de almidón que seguramente conoces como tubérculos.
La zanahoria y la papa serán tus aliadas para reducir lo picoso de tu comida. Si las puedes agregar y que acompañen a tu plato está perfecto. Si de plano ves que no combina puedes hervir tu salsa con ellas y sacarlas antes de servir.
Está comprobado que los lácteos pueden ayudar a reducir lo picoso y qué mejor manera que agregarlo a tu comida.
No es nada nuevo e incluso estamos acostumbrados; las tostadas, quesadillas, gorditas o flautas y fuera de la garnacha las enchiladas, enmoladas y algunos hasta a su sopa de pasta los coronan con estos dos ingredientes.
Si es un platillo caldoso y utilizaste algún fondo para hacerlo, te agradecerás haberle echado un poco más de agua.
Tal vez es la más débil de las soluciones así que tampoco esperes que surta bastante efecto porque básicamente solo diluyes, pero lo podrías solucionar si además queda bien que le pongas crema o limón.
Cuando agregues el resto del fondo vuelve a hervir y prueba.
No todos son clientes del sabor dulce-salado pero si tú lo eres y tu platillo lo permite agrega un toque de azúcar, miel o algún jarabe dulce. Puedes descubrir sabores impresionantes.
Otra opción es añadir salsa de tomate y mitigar así la intensidad del chile.
Una solución que nunca falla es este cítrico. Los que comen taquitos saben perfectamente que cuando te pasas de salsa, el limón llega a ser el superhéroe. El motivo: equilibra con su acidez y la salinidad.
Si es un caldo puede funcionar de la misma manera como solución para aquellos que le ponen limón absolutamente a todo.