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Foto: Cortesía Restaurante Filigrana.

Restaurante Filigrana: los platillos que nos unen en una obra de arte

Por Paloma García Castillejos (@palomagcasti)

Hay platillos que nos transportan a lo de antes, lo que se preparaba en las casas cuando éramos chicos; es esa comida la que nos mueve a vivir experiencias más allá de los cinco sentidos. La chef Martha Ortiz la recreó en un espacio nuevo, diverso, accesible y lleno de detalles llamado Filigrana.

Este restaurante abre sus puertas esperando que te sorprenda y apapache a tu memoria en cada bocado con una mezcla de elementos auténticamente mexicanos.

A Martha Ortiz la amamos por cocinar recetas muy nuestras contadas a su muy particular forma en Dulce Patria. Es una artista gastronómica que se expresa mediante colores, sabores y aromas.

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Filigrana, los sabores que unen

La colonia Roma es uno de los barrios más artísticos de la Ciudad de México. Con sus casonas de mitad de siglo, sus galerías de arte y la vastísima oferta gastronómica, enamora e invita a crear.

A unas cuadras del Parque España está este local en esquina donde no sólo se asegura una fiesta sensorial en los platillos, sino que satisface en cada detalle.

Después de que Dulce Patria ha ganado nuestros corazones con su espectacular sazón y sus montajes creativos, la chef Martha Ortiz decidió emprender este proyecto; le dio cabida a compartir con el mundo su visión del arte a través de cocina mexicana muy bien hecha que apapacha y consiente.

El menú tiene un hilo conductor y la historia te la irá platicando el personal de servicio conforme lleguen los platillos a tu mesa.

Todo, absolutamente todo en Filigrana está puesto ahí por un motivo en específico. No hay coincidencias, se trata de que los elementos amalgamen una experiencia gastronómica que definitivamente no tiene desperdicio.

Puedes llegar desde el desayuno o bien hacer una parada para comer, cenar o tomar una copa. Para esto último tienen mixología muy creativa que usa destilados nacionales, insectos, frutas endémicas y mucha imaginación.

El pan se hornea todos los días y sorprende saber que el encargado es un maestro panadero que lleva las especialidades de los pueblos a otro nivel. Una mañana sabe mejor con un buen café y un puerquito de piloncillo.

Obras de arte que saben a casa

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Una vuelta a nuestra niñez en una sopa de letras. // Foto: Paloma García Castillejos

El menú te dirá poco de los platillos, sin embargo, el personal de servicio se encarga de platicarte de qué va todo lo que se te antoja.

Emprende un viaje a la niñez buscando tu nombre en la sopa ilustrada, un caldillo de tomate que viene con un timbal de letras de pasta, habitas verdes, aguacate y chile ancho.

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Tlayuda Mariquita. // Foto: Paloma García Castillejos

Una analogía de la pizza margarita en Filigrana es la tlayuda mariquita. ¿¡Cómo no iba a tener un nombre esta delicia oaxaqueña que aquí preparan con queso de hebra, epazote, cremita de rancho y aceite de pipicha?! Es perfecta para compartir y viene en ocho porciones.

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Arroz cremoso con poblano, queso de hebra, flor de calabaza y crujiente de queso. // Foto: Paloma García Castillejos

El arroz al horno con rajas poblanas, granos de elote, crema y queso es un básico en cualquier hogar mexicano.

La recreación de este platillo -por demás socorrido en las preparaciones de casa- es una especie de risotto que recomendamos no dejar pasar. Los sabores intensos y la textura cremosa lo vuelven confort instantáneo.

Para los fuertes es difícil elegir. El pollo rostizado es algo mucho más extraordinario de lo que aparenta. Jugoso, de piel crujiente y perfecto en el sazón, de verdad no se puede dejar pasar y más si se acompaña de puré de papa.

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Pescado zarandeado. // Foto: Cortesía Restaurante Filigrana

Para los días frescos -y también los que no lo son tanto- está el robalo zarandeado. Barnizado en un rojo brillante de chile guajillo, lo acompaña una guarnición con piña, vegetales y verdolagas.

Dulces finales y una sobremesa

¿Recuerdas esa sensación acidita y a la vez dulce que sucedía cuando comías frutas con chamoy? Un raspado de manzana con Miguelito que sólo de pensarlo nos hace salivar llega a tu mesa no sin antes darle las gracias a tu niño interior.

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Gaznates de pulque curado y queso. // Foto: Paloma García Castillejos

Otra muy buena opción es el teatro de naranja con albahaca, una fiesta de sabores. Esta delicia es una tarta cuyo mousse cremoso y ligero es perfecto para acompañar con una infusión o quizás también un cafecito.

Se nos antoja todo, pero lo más creativo del menú de postres es el gaznate relleno de pulque curado y queso. Es una explosión: dulce, salado, ácido, crujiente, cremoso… completo para cerrar.

Filigrana

Dirección: Veracruz #62 col. Roma Norte

Instagram: @filigranacdmx