¿Así que decidiste iniciarte en la cocina dulce? ¡Felicidades! Estás por entrar a un mundo lleno de posibilidades y sabores para alegrar tu paladar. Dominar las técnicas y aprender de verdad te será mucho más sencillo si le inviertes a algunos utensilios de repostería.
La cocina dulce es completamente distinta a la salada. Necesita mucha más precisión y dedicación, lo que la vuelve un poco compleja; sin embargo, existen muchos reposteros que nos han demostrado que su oficio es de los más bonitos de la gastronomía.
No te confíes demasiado si apenas estás de principiante. Te recomendamos hacer un cochinito y llenar tu cocina con estos artículos que te harán el aprendizaje más fácil y divertido.
Te darás cuenta, conforme vayas perfeccionando tus habilidades culinarias, que esto de comprar herramientas y utensilios puede ser adictivo. No te preocupes, si los utilizas de forma regular son más bien una inversión, pero debemos advertirte que algunas cosas son bastante caras.
Generalmente puedes encontrar de todo en tiendas especializadas; ahí también venden ingredientes que no hay en ningún lugar y que pueden hacer la diferencia en tu receta (como el azúcar isomalt, colorantes vegetales, aditivos y gelificantes).
Recuerda que el éxito de cualquier receta de repostería depende de la precisión, así que te recomendamos no fiarte de medidas como taza, cucharada o pizca. Vete a la segura y sé lo más exacto posible en las cantidades.
Procura hacerte de una báscula que tenga sensibilidad suficiente para decirte gramos exactos. Te recomendamos las eléctricas para que sea más fácil.
Nunca sabes lo maravillosamente útil que es una batidora hasta que tienes una. No importa si es sencilla, te ahorrará mucho tiempo a la hora de batir crema, montar claras para un merengue o simplemente integrar ingredientes para un pastel.
Si quieres invertir bien, te recomendamos elegir una que tenga diferentes accesorios como el gancho para hacer pan, la raqueta para masa de galletas y hay algunas que incluso puedes ponerle una máquina de pasta fresca.
No es una espátula, no es una cuchara, es un miserable. Se le llama así a las palitas de madera o plástico que se utilizan cuando vertemos una mezcla en otra y no queremos que nada se quede.
El miserable también sirve para ayudarnos en algunas labores como el decorado o dar ciertos acabados a mezclas cremosas.
Para hacer pan, pasta de hojaldre, galletas o incluso bases para tartas, el rodillo es un básico. Asegúrate de que te sientas cómodo al usarlo -hay diferentes tamaños y materiales- pues siempre terminarás agotado después de utilizarlo. Hay algunos modelos cuyo cuerpo gira independiente a las asas y es mucho más práctico.
Este utensilio sirve para aplanar la superficie de masas y dejarlas de un grosor uniforme. Nos gustan de madera aunque son más duraderos e higiénicos los de plástico.
Este utensilio es mucho más útil de lo que crees. Y es que, cuando no tienes miserable es perfecto sustituto y también es la herramienta correcta para cortar masas y dar textura a ciertas preparaciones.
Utilízala para preparar bases de pay; la masa quebrada requiere que el gluten de la harina no se desarrolle con el calor de tus manos, por lo que este artefacto sirve a la perfección para eso.
No hay nada más bonito que preparar un pastel, enmantequillar, enharinar y que no haya ningún problema a la hora de desmoldarlo. Para eso es importante que los moldes sean de calidad y que, de paso, los cuides mucho.
Hay algunas opciones de dos piezas que nos facilitan mucho la vida; cuando no existe esa alternativa te recomendamos que sean de silicón, acero inoxidable o teflón para que no sufras.
Esas decoraciones preciosas y garigoles en la repostería sólo se logran con una duya y una manga. Estamos hablando de una especie de bolsa -plástica o de tela- cuya salida es un utensilio con diferentes puntas que hacen formas.
Las duyas más duraderas son de acero inoxidable y lo que te recomendamos es que inviertas en mangas de lona para que no tengas que comprar cada vez que las necesites.
Los toques de elegancia se hacen con ellas y, cuando son de tamaños más grandes, sirven para hacer churros, rosquillas y galletas de mantequilla.
Una buena espátula siempre va a ser útil entre tus utensilios de repostería. Te recomendamos que compres una larga y de acero inoxidable; te servirá en caso de que necesites mover un pastel de una superficie a otra, para decorar y también para mil y un cosas más.
Hay dos modelos: los que tienen un ángulo (en el mundo culinario le dicen codo o descanso) o las que son completamente planas. Si estás empezando, arranca con la primera.
Sí, sabemos que ya leíste la batidora. Sin embargo, un globo manual es útil para mezclas que no requieren tanto tiempo de batido. Este es el caso de los hot cakes, el huevo revuelto o algunas infusiones.
El globo sirve para incorporar aire a las mezclas, por lo que es excelente si quieres hacer crema chantilly o preparar unos increíbles merengues. Este es uno de los utensilios de repostería básicos.
Ya sea para el horno o para medir la temperatura de las preparaciones previas, un termómetro siempre será una garantía de que tu receta saldrá bien.
En la repostería es muy común trabajar con azúcar y caramelizar, sin embargo, depende mucho de la temperatura que tiene para que el resultado sea adecuado. Para eso, te recomendamos un termómetro de aguja que te dirá si la cocción del almíbar es la adecuada para seguir con tu postre.
Para todo son útiles las charolas de teflón o acero inoxidable, pero en la repostería son casi una obligación. Estos utensilios de repostería nunca tienen desperdicio; los puedes usar para todo.
Es la forma más fácil de hornear galletas o preparar bizcochos; también son una buena forma de controlar el calor en el horno o agregar agua cuando necesitas vapor en tu cocción.
Es altamente probable que la primera vez que prepares galletas no salgan como las estás esperando. Pero no te desanimes, es un arte difícil de dominar y todos hemos pasado ese trago amargo.
Cuando por fin quedan como te estás esperando, lo mejor es que las hayas horneado en un tapete de silicón para que se despeguen de una manera más sencilla. También aplica para macarrones, soletas y bases de pay.
Hay ciencia detrás del doradito aquél que hace que se te antoje el pan o que deja tus galletas perfectas. Aunque muchas de las recetas harán que los productos en sí mismo cambien del color al hornearlos, barnizarlos con huevo o mantequilla te ayudará a que tu postre parezca de cuento.
Te recomendamos que la brocha sea de silicón, ya que las normales pueden almacenar microorganismos entre las cerdas ya que no son tan fáciles de limpiar.
Son un aditamento fabuloso cuando queremos enfriar más rápido pasteles o masas pero también sirven para decorar con un glaseado que es muy fluido.
Las rejillas te van a servir cuando hornees pan o alguna masa que ya tenga la suficiente fuerza para mantener su forma. En frío, utilízalas para las decoraciones y para mantener los productos terminados hasta que los uses.
Lo sabemos, quizás éstos se pueden sustituir con vasos o alguna cosa que pueda darle forma a la masa, sin embargo, no hay nada más bonito que galletas uniformes y de figuras lindas.
Hay miles de opciones pero las que más te recomendamos son de acero inoxidable y son algo filosas al corte. Esto es importante porque te darán figuras más definidas que sobrevivan al calor.