Si hay un ingrediente que puede darle identidad a Latinoamérica es el maíz. Choclo para unos, elote para otros, este cereal ha alimentado a nuestras culturas desde épocas prehispánicas. Cada región lo utiliza de diversas formas; en Venezuela y Colombia es el ingrediente principal de las arepas, uno de los platillos insignia de ambos países.
Igual que las pupusas en El Salvador o las gorditas en México, las arepas se preparan con masa de maíz que se cocina sobre un comal a fuego directo o bien, en fritura profunda.
Son el pan de cada día en Colombia, donde se preparan con distintos ingredientes haciéndolas un plato nutritivo o un acompañamiento inmejorable.
El origen de esta garnacha es incierto y el tema crea cierta rivalidad con Venezuela. A diferencia de este país, en Colombia pueden no estar rellenas y también hay versiones dulces a las que se les añade yuca.
Estas variedades generalmente se cocinan en un comal para después partirse por la mitad y rellenarse.
El ingrediente principal es maíz blanco o amarillo que se remoja durante toda la noche (en un proceso muy similar a la nixtamalización) para después convertirse en harina y después en masa.
Se le dice pelado pues este proceso hace que la cáscara se desprenda más fácil y la harina más tersa.
Por las mañanas, la arepa de maíz pelado está presente en todas las esquinas de ciudades y pueblos colombianos. Si vas con prisa pídela sola, si no, mejor frita y rellena de carnita molida, pollo, papa o huevo.
Un gran detalle es cuando la acompaña un trozo de queso fresco. La combinación es deliciosa y además quedarás satisfecho sin duda.
Estas arepas colombianas se preparan al comal y la única diferencia es que los ingredientes son harina de maíz (generalmente comercial) y se enriquece con granos de elote tierno.
También se les conoce como arepas de choclo y pueden ser un plato principal o bien, un gran acompañante para el resto de tu comida.
Es un poco más suave que las que encontrarás en las calles y de sabor más dulce. Es una buena opción para desayunar en casa acompañada de huevo revuelto y un poco de queso de hebra.
Hay miles de combinaciones para hacer arepas colombianas dulces pero sin duda, una de las clásicas y favoritas es aquella que se prepara con harina de maíz, yuca y queso.
Una vez que se tiene la masa lista, se pasa por pan molido y huevo para freírse y crear una capa crujiente que le dará mucho sabor y textura.
Si vas a Bogotá, hay un tradicional puesto que las vende durante todo el día en el mercado de comida de La Perseverancia.