Cuando compras una botella y no la tomas en la temperatura ideal es posible que no percibas todo lo que la hace especial. Si por azares del destino olvidaste refrigerarla, te decimos cuatro formas de enfriar rápido el vino.

Hay algunos que se pueden servir a temperatura ambiente y no pasa nada pero hay otros que lucen mucho más si los metes al refrigerador un par de horas antes de tomarlo; sin embargo, hay veces en las que el tiempo apremia y no logramos el cometido.

Para que eso no te pase, te tenemos algunos trucos para que tu bebida esté a la temperatura exacta y puedas percibir todos los aromas y sabores de mejor manera.

Te puede interesar:

Cinco recetas con vino muy frescas para el calor

Maridaje de chiles en nogada: cinco bebidas que lo harán brillar

Las temperaturas perfectas según el tipo de vino

Para que no haya falla, primero que nada te decimos a qué temperatura debes de servir el vino. 

• Blanco: 12°C
• Vino Tinto joven: 9°C
• Tinto Crianza: 15°C
• Tinto Reserva: 17°C
• Vinos de postre: 10°C
• Rosado: 12°C
• Champaña y espumosos: 8°C

Recuerda también que hay algunos vinos espumosos que están hechos para que les puedas agregar hielo sin culpa.

Lo que de plano te recomendamos no hacer es poner hielo en vinos tintos. Alterará completamente el sabor, color y textura.

Entre más barrica tengan los vinos, más templados se pueden servir.

Procura siempre tener a la mano una hielera para que no se caliente tu botella.

Las formas más eficaces para enfriar vino rápido

Envuelta en papel de cocina

Necesitas: papel de cocina o un trapo delgado

Truco: moja el trapo o papel en agua fría y envuelve completamente la botella. Métela al congelador durante 10 minutos. También funciona con papel aluminio.

Como el helado de antes: hielo y sal

Necesitas: una hielera, hielos y sal.

Truco: Introduce la botella a la hielera (también funciona en una cubeta, el secreto está en que quede completamente cubierta). En los espacios vacíos llena con hielo y mucha sal. Espera 15 minutos.

En bolsas con cierre hermético (no aplica para espumosos)

Necesitas: bolsas individuales con cierre hermético (más o menos del tamaño de un sándwich)

Truco: vierte la cantidad que quieras en la bolsa y ciérrala. Mete al congelador por 15 minutos.

Uvas congeladas

Necesitas: uvas tintas o blancas (depende el tipo de vino que vayas a enfriar)

Truco: Sirve el vino como si ya te lo fueras a tomar. En sustitución de los hielos agrega las uvas congeladas. La piel evitará que se alteren las cualidades de tu vino. Sabemos que es raro tener ‘de casualidad’ uvas congeladas pero es una gran opción tenerlas.