Si alguna vez te has preguntado qué dulce típico además de ser rico también es saludable, la respuesta es: mazapanes artesanales. Molipanes los produce con ingredientes oaxaqueños, de manera que no hay forma de no amarlos desde el primer bocado.
César Molina Enríquez es la cabeza detrás de Molipanes; este postrecito -ideal para acompañarse con una taza de café- se preparan sin conservadores y con productos auténticamente mexicanos.
La historia comenzó hace 10 años cuando César, ingeniero industrial de profesión se preguntó por su futuro. Conjuntando su oficio con el gusto por el cacahuate se decidió a iniciar con la producción de mazapanes.
Los conocimientos de ingeniería y experiencia de César fueron fundamentales para la creación de Molipanes. Aunque en un inicio la producción fue de manera muy sencilla, con el tiempo se fueron profesionalizando hasta crear las máquinas semiautomáticas que tienen hoy.
Antes, el taller era improvisado. Para triturar el cacahuate, por ejemplo, al inicio utilizaba molcajetes y licuadora. Poco a poco y con mucho estudio basado en prueba y error supo la manera y el grosor al que tenía que quedar molido el cacahuate.
Para darle forma al mazapán usaban desde fierros hasta martillos; pronto fueron surgiendo las primeras máquinas que acercaban más a lo que César tenía en mente.
La investigación y las pruebas con cada semilla que ahora utilizan son un aprendizaje constante. En Molipanes no solo participa César, es un negocio familiar en donde también participa su hijo José David Molina.
Los mazapanes comerciales que conocemos tienen una gran cantidad de azúcar ultraprocesada. En Molipane, el azúcar refinada solo constituye el 1% del mazapán, esto porque los endulzan con piloncillo y miel; este segundo edulcorante también actúa como conservador.
Es importante mencionar que todo es completamente natural. El ingrediente principal que es el cacahuate lo traen desde Oaxaca, de donde es originaria la familia Molina.
Actualmente tienen alrededor de 34 sabores de mazapanes entre los que destacan: pepita de calabaza, chía, piñon, chocococo, almendra, café, capuchino, anís, amaranto, ajonjolí, macadamia, quinoa, cacao, café, semilla de girasol, chocomenta y nuez.
Tienen algunos rellenos de cajeta, crema de avellana, mango y tamarindo. También hay salados y bien oaxaqueños como de chapulines y hormigas chicatanas.
El procesamiento de las semillas para su molienda y preparación también se hace en el taller de César. Igual sucede, a menor proporción con el cacao que utilizan para el mazapán de chocolate blanco, chocomenta y chocococo.
Molipanes ha crecido y han explorado otros productos por lo que en su local puedes encontrar mucho más que mazapanes.
Hay todo tipo de productos con cacahuate como crema, polvorones y helado que puedes llevar solo o pedir para una malteada.
También hay pan, crema de avellana, granola sin conservadores, cocadas, alegrías, palanquetas, cacahuates garapiñados, frutos secos, morelianas, miel y miel mantequilla.
Para acompañar cualquier antojo tienen café de altura de Pluma Hidalgo una zona cafetalera en la sierra de Oaxaca y por supuesto chocolate caliente o frío.
Para encontrarlos puedes ir a su local, buscarlos en ferias de artesanías y ya distribuyen a Oaxaca, Mérida, Querétaro, Ensenada, Cancún, Guerrero, Guadalajara, Cuernavaca y el extranjero.
No te preocupes si tienes uno de hace varias semanas, se conserva en perfectas condiciones durante tres meses a temperatura ambiente.
Sus precios van de los 5 pesos hasta máximo 10 dependiendo el sabor que elijas.
Dirección: Rafael Solana 109, San Simón.
Facebook: @molipanesoficial
También puedes comprar en su página oficial.