El verano es un época que además del calor puede traer bastantes lluvias y con ellas el escenario perfecto para pasar un buen rato. Echar a volar la imaginación y disfrutar una tarde entre amigos con cocteles con té e infusiones no suena nada mal.
Aunque el té -ese líquido resultante de infusionar la planta camellia sinesis– es una de las bebidas más populares del mundo, utilizarla en mixología es darle una cara completamente nueva.
En México ya existe un valiente que está haciendo pruebas para ver la adaptación de las camelias con el suelo y el clima, Fernando Gaitán.
Él es un sommelier de té y es parte de la Academia Mexicana del té, es decir, todo un experto en el tema. Justo con él platicamos para que nos idea unos tips de cómo mezclarlo con alcohol y que resulte delicioso.
Cualquier hoja o vegetal que se deshidrató para concentrar su sabor y se deja reposar en agua caliente para preparar una bebida se llama infusión.
Aunque en México le decimos té a las infusiones, hay que tener en cuenta que universalmente, sólo llevan ese nombre los deshidratados de camellia sinesis.
Una tisana también puede estar infusionada con vegetales como frutas y bayas; hay algunas que antes de deshidratarse se maceran en otros líquidos para absorber más sabores.
Para preparar coctelería con infusiones, tés o tisanas es importante tener en cuenta dos cosas principales: el tiempo y la temperatura:
El contacto del agua caliente con un té verde, negro o cualquiera de las variedades es fundamental para un buen sabor.
Como sucede con los cafés, un té también se puede quemar si no lo manejamos como se debe.
La temperatura en al preparar un té nunca debe pasar los 90° ni estar en contacto más de tres minutos -algunos menos- con el fuego.
En las infusiones podemos ser más flexibles; su tiempo de contacto con el agua puede pasar de los 5 minutos y la temperatura del agua más elevada.