Así como lo escuchas: existen viñedos en San Miguel de Allende. Y no cualquiera, lugares hermosos donde la vitivinicultura es el vértice de todo tipo de actividades. Si aún no tienes planes para este fin de semana o estás buscando algo nuevo por conocer estas vacaciones, toma nota.
Hasta hace muy poco, producir vino mexicano era una industria que se relacionaba sólo con Coahuila y Baja California. Sin embargo, ya son más los estados que se sumaron a esta tendencia buscando un lugar en el mundo de la vitivinicultura.
Este es el caso de San Miguel de Allende. Una ciudad que -dicho sea de paso- ha sido premiada muchas veces por su magnífica arquitectura, su conservación y últimamente por ser epicentro de tendencias gastronómicas y culturales.
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La historia del vino en San Miguel
Conocemos y adoramos Guanajuato por muchos motivos: sus maravillosos templos, la deliciosa gastronomía, sus cocineras tradicionales y toda la historia que albergan sus monumentos; pero hasta hace muy poco se comenzó a escuchar del vino de esta región.
Y no es porque sea una industria nueva, de hecho, los primeros sembradíos de vides fueron en esta zona. Cuando llegó Hernán Cortés y fundó la Nueva España, mandó plantarlas en muchas áreas del territorio.
La historia le jugó chueco a los vitivinicultores y los viñedos fueron destruidos por órdenes de Felipe II por cuestiones políticas. Fue en el Porfiriato donde se retomó esta actividad y las vides comenzaron a decorar la Sierra de Santa Rosa, el camino entre Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende.
Pasó todo el siglo sin escuchar mucho del vino guanajuatense. Fue hasta 1989 donde la enología comenzó a tomar partido con la inauguración del primer viñedo, Cuna de Tierra.
Hoy, los paisajes han sido embellecidos por viñedos de todos los tipos, teniendo una muy buena parte de inversión extranjera. El gobierno ha impulsado su desarrollo y es incluso, la sede de uno de los congresos de enoturismo más importantes del país llamado Vinum.
Los viñedos más emblemáticos
Hay bodegas para todos los perfiles pero todos comparten algunos elementos comunes; los esfuerzos han sido grandes por hacer lugares preciosos que además de producir vino funcionan para el turismo.
La mayoría de los viñedos produce tanto vinos tintos como rosados y blancos, podrás reconocer la estrella de cada uno apenas los visites. En búsqueda de la fórmula perfecta, han surgido proyectos con medallas en concursos internacionales y bebidas que seguramente te robarán el corazón.
Cuna de Tierra
Esta bodega impacta a primera vista por dos motivos: la primera es su increíble arquitectura, diseñada por el arquitecto Ignacio Urquiza. La segunda es que, una vez dentro, arriba de la torre del mirador, puedes ver la enorme extensión de viñedos que complementan la belleza del lugar.
Puedes realizar varias actividades en este viñedo. Pide una bicicleta para recorrer el campo de vides y descubrir que no sólo producen uvas, sino también olivos, hortalizas y hierbas aromáticas.
Se pueden agendar tours con degustación, comida maridaje e incluso experiencias para grupos.
El vino que más nos gusta de esta bodega es el Nebbiolo. Si eres de productos más jóvenes, hay un ensamble de Cabernet Sauvignon y Tempranillo llamado Torre de Tierra.
Dirección: Carretera Dolores Hidalgo – San Luis de la Paz Km.11, El Rosillo, Dolores Hidalgo, Gto.
Dos Búhos
Desde hace 17 años, esta bodega se ha dedicado a desarrollar vinos con certificaciones orgánicas blancos, tintos y rosados.
Michelle, la propietaria de esta bodega, es quien está al frente de toda la producción. Tomó ideas de su natal, California, EUA, para hacer su proyecto en San Miguel de Allende.
Aquí la intención es hacer brillar el territorio, por lo que experimentan con distintas clases de uvas buscando la que mejor se adapte al clima. Toda la producción es artesanal y utiiza levaduras naturales para la fermentación.
Para visitarla, es importante reservar con anticipación para que tengan todo listo cuando llegues. El tour incluye su degustación correspondiente.
El vino que más nos gusta de aquí es el blanco hecho con uva Moscato.
Dirección: Carretera San Miguel de Allende – Buenavista, San Felipe Km. 2.8, San Miguel de Allende, Gto.
San Lucas
Además de ser un excelente lugar para hacer eventos -específicamente bodas- y tener una arquitectura espectacular, en San Lucas se hacen buenos vinos.
Este lugar pertenece a un desarrollo inmobiliario cuya intención es hacer casas de descanso donde el vino sea el protagonista. No te pierdas las catas, que se hacen en un salón espectacular designado para eso.
Es un viñedo boutique, por lo que el terreno, aunque es amplio, produce poco vino. También se procesan olivas y lavanda, por lo que puedes encontrar muchas curiosidades derivadas de estos insumos.
Para visitarlo es necesario reservar, lo puedes hacer vía correo electrónico o WhatsApp. También tienen un pequeño hotel donde puedes hospedarte para relajarte y dejarte consentir todo el fin de semana.
El vino que más nos gusta es blanco y se hace con uva Sauvignon Blanc.
Dirección: Carr. Querétaro – San Miguel de Allende, km 26, San Miguel de Allende, GTO, México
La Santísima Trinidad
En este viñedo difícilmente te sentirás estresado o preocupado, y es que tienen de todo para que te relajes y te dejes apapachar. Bien vale la pena que reserves una noche en el hotel que está dentro de este complejo arquitectónico.
Se llama La Santísima Trinidad por tener tres productos principales: las vides, los olivos y la lavanda. Puedes visitar la fábrica de los derivados de los tres y caminar por los huertos que alimentan al restaurante.
Se dedican a la extracción de esencias de lavanda para hacer aceites y fragancias. También cuentan con una prensa donde puedes ver cómo las olivas se transforman en aceite; por si fuera poco, caminar por sus viñedos y conocer el proceso de vinificación en un escenario tan bello vale la pena completamente.
Agenda tu visita vía Whatsapp o reserva la noche de hotel para que disfrutes la experiencia completa.
El vino que más nos gusta es blanco y se hace con Sauvignon Blanc.
Dirección: Carretera San Miguel de Allende – Dolores KM 81, Guanajuato.
Tres Raíces
En cuanto te desvíes para llegar a este viñedo, te va a sorprender lo bello del paisaje que remata con una obra de arte arquitectónica. A la bodega -que también tiene un restaurante y un hotel- la cubre una celosía con motivos mexicanos que te recibe majestuosamente para disfrutar de la experiencia.
Tres Raíces nació de la mente de tres amigos que querían potenciar la producción de vino en la región. Es uno de los viñedos más nuevos, sin embargo se ha vuelto el escenario perfecto para eventos y vendimias espectaculares.
Puedes hospedarte en alguno de sus 12 habitaciones o bien, ir a pasar un día en un tour que incluye cata y degustación.
Si se te antoja, reserva una comida con maridaje; el chef Omar Nahed hace magia con productos endémicos y extranjeros para hacer lucir el vino.
El vino que más nos gusta es el rosado hecho con uva Syrah. Sírvelo a 12°C, acompáñalo con un buen queso y ¡salud!
Dirección: Insurgentes #12B Ejido Tequisquiapan. Dolores Hidalgo, Guanajuato
