Existe un pequeño Edén al norte del país donde las vides crecen para hacer el vino más antiguo de América y se preparen los más ricos platillos típicos; estamos hablando de Parras, Coahuila. Si eres amante del vino, es una excelente opción para que vayas en vacaciones a conocer sus viñedos y su gastronomía.
No sólo de carnita asada viven en el norte. Coahuila es un estado lleno de productos que hacen que su gastronomía sea única y queremos darte cinco opciones para que te animes a ir.
Te puede interesar:
Coahuila ya tiene ruta del vino
Cocineras tradicionales: asado de puerco de Coahuila y el caldillo de Durango
Un poquito de la historia de la gastronomía de Parras, Coahuila
Los primeros viñedos del nuevo mundo se establecieron en esta región gracias a evangelizadores jesuitas. Casa Madero fue la primera hacienda en practicar la vitivinicultura y hoy sigue siendo líder en la producción nacional.
Gracias a la industria del vino que ha ido creciendo, mucha de la cultura europea se heredó en platillos que hoy le dan identidad a la región.
Sin embargo, no podemos dejar atrás nuestra esencia prehispánica y se utiliza mucho el chile guajillo, pasilla y cascabel.
La carnita asada es de la mejor en el país. La más popular es la de res, aunque también hay cerdo, borrego y cabrito en todas sus presentaciones.
Por su tradición vinícola, no queremos dejar el vino fuera de estas recomendaciones, así que te damos también unos tips de maridaje.
Asado de puerco
Este es quizás, el platillo más emblemático de todo Coahulia. Se prepara con pierna o espaldilla de cerdo braseada en una salsa ligera de chile ancho, cascabel y pasilla.
Generalmente se acompaña con frijolitos charros y tortillas de harina recién hechas.
Tiene la complejidad de sabores del mole pues se aromatiza con hojas de laurel, comino, orégano, canela y clavo.
Marídalo con un Casa Grande Syrah de Casa Madero
Cabrito salseado
El norte del país no sería lo mismo sin la carne de cabrito, que corresponde a la cría del chivo que se sacrifica antes de cumplir los seis meses de edad.
La carne es suave y de textura muy cremosa, por lo que queda de maravilla asado, al pastor o como lo hacen en Coahuila, en salsa.
Todas las partes del cabrito se deben cocinar en agua o asar y posterior a eso, se bañan con una salsa hecha con chiles anchos. Se deja reposar y después se fríe para que se concentren los sabores.
Después de eso ¡más salsa!
Marídalo con un vino tinto Linde Cabernet Sauvignon de Don Leo
Tacos de cabeza
Lo que más nos gusta de la cabeza de res es que puedes tener toda clase de texturas en un solo taco de surtida.
Generalmente la cabeza se cocina en barbacoa, es decir, en un hoyo debajo de la tierra. Se cubre con hojas de maguey y se cuece al vapor lentamente para concentrar los sabores y suavizar la carne.
Una vez lista, se pica todo junto para hacer un buen taco de cabeza. Si te gusta más bien lo magro pide de cachete, es bastante similar a la maciza.
Marídalo con un Scielo coupage syrah de Rivero González.
¡Dulces, dulces, dulces!
Aprovechando el clima de la zona, se cultivan nogales, higueras y árboles de piñón en toda la región. Con sus frutos se hacen dulces y conservas que le dan identidad al pueblo parrense.
Aprovechando el viaje, también se hacen jamoncillos y dulces de leche quemada; generalmente se acompañan de ates y dulces de guayaba que dan ese toque acidito que nos encanta.
Marídalos con un cosecha tardía blanco de Casa Madero.
Campechanas
Aunque estamos muy lejos de Campeche, en el norte le llaman así a una pasta hojaldrada que se hornea con miel y azúcar, caramelizando la corteza.
Este postre es una opción ligerita para acompañar el café o también para el antojo de media tarde. También es común de estados como San Luis Potosí y Nuevo León.
Marídalas con un cosecha tardía blanco de Casa Madero.
