Pasear por las maravillas naturales de Canadá nunca había sido tan rico como ahora que en Quebec, específicamente en Charlevoix, existe una ruta gastronómica donde puedes hacer turismo sustentable y conocer los mejores platillos de la región.
La cuenca del río San Lorenzo es un lugar lleno de historia y tradición para los canadienses. Se encuentra del lado francés, por lo que verás mucha herencia cultural de este país.
La ruta de Charlevoix está pensada para disfrutar los sabores de la región al máximo. Para ello, lograron mapear a todos los productores locales y hacer turismo alrededor de ellos.
Imagínate estar rodeado de montañas, lagos, árboles y animales. Al no tener la figura del supermercado o la tiendita de conveniencia hay que recurrir a quienes producen, de forma natural, cualquier suerte de alimentos.
La casi nula huella de carbono de los alimentos y el cuidado del medio ambiente es el pilar de este proyecto.
Por el clima, hay aproximadamente dos meses y medio para cultivar los alimentos que comerán durante todo el año. Como te imaginarás, los tiempos de sol son aprovechados al máximo.
Sus cosechas se van buena parte a las conservas que es una insignia en su cocina y que encontrarás casi en cualquier restaurante.
Descarga el mapa, alista tus maletas y haz paradas en cada uno de los lugares que marca la ruta de Charlevoix. Algunos de los más espectaculares te los platicamos, junto con los platillos especiales.
En la isla Aux Coudres se cultiva trigo del común también conocido como blando y sarraceno.
En el tiempo de la cosecha esta variedad es llevada al molino para obtener el resultado final antes de utilizarlo para preparar pan.
Este molino funciona con la energía del agua y el viento. Su techo no está fijo a la estructura con la finalidad de que se pueda girar para que sus aspas queden alineadas al viento.
En todo el proceso de la molienda están involucrados no solo los molineros, también los ayudantes de la tienda en donde se distribuyen los productos finales.
La harina fina resultante se mezcla con un poco de salvado para obtener más nutrientes y darle mejor textura al pan. Todo lo que no ya no se utiliza del trigo sirve como alimento para los animales e incluso para hacer almohadas.
También en esta misma isla ubicada en la región de Charlevoix está la Boulangerie Bouchard. Sin duda, uno de los productos más valorados es su pay de carne, cuya receta ha sido transmitida por generaciones.
Aquí también puedes encontrar alimentos en conservas y charcutería de la marca Charlevoisienne. Son expertos en el tema desde hace tres generaciones y absolutamente todo está hecho con productos locales.
Las manzanas son una parte fundamental de la economía de esta región y con ella se hacen toda clase de productos. Uno de los favoritos es la sidra, un fermentado que, aunque no tiene nada que ver con la producida en México, es muy rica.
Hay para todos los gustos, con más tiempo de fermentación o menos; incluso puedes encontrar algunas sin alcohol y los sabores pueden ser más concentrados o más ligeros.
Atrévete a comprar una y utilizarla para cocinar. Las expertas de la tienda tienen una para cada antojo y necesidad.
Uno de los hoteles icónicos en Charlevoix es sin duda el Fairmont que ha sido testigo de muchos sucesos culturales y económicos como la reunión del G7 en 2018.
Su gastronomía no puede estar por debajo de la expectativas. El chef Jean Michel Luc es el jefe de cocina encargado de que todo salga bien en cualquiera de los 5 restaurantes con los que cuenta este hotel.
No es exclusivo para los huéspedes, cualquiera puede ir a disfrutar de su cocina; los terrenos están abiertos y no necesitas registrarte para tener una mesa en cualquiera de sus restaurantes.
En todos los centros de consumo encontrarás cocina contemporánea al estilo quebequense, utilizando conservas y alimentos locales para su preparación.
Azulée es un campo de lavanda en donde gracias a la dedicación de quienes lo cuidan hay mucho más que esta delicosa flor.
Entre su flora también hay pensamientos, romero, cebollín, espárragos y por supuesto miel. Recordemos que la lavanda es una flor sumamente atractiva por su olor para las abejas.
Todo está certificado como orgánico, es algo similar a ir al mercado por verduras.
También podrás comprar jabones o bálsamos labiales hechos completamente artesanales sin ningún químico añadido.
Tiene alrededor de 2,000 plantas de lavanda para satisfacer las necesidades de quien va en busca de productos hechos con esta flor.
Como un extra aquí puedes encontrar champiñones en conserva, un alimento también común en Quebec.
En Charlevoix también puedes encontrar carne y quesos locales. Esto es porque existen granjas hasta de faisanes. ¡Así como lo lees!
Hay lugares en donde encontrarás vacas y aquí justo puedes encontrar quesos muy buenos para hacer poutine.
Abundan también las granjas de patos, una carne muy popular en Quebec. No es para menos, el sabor es increíble y es muy alta en proteínas.
No te sorprendas si ves granjas de cabras o cerdos, aquí hay de todo. ¿La ventaja? La huella de carbono al consumir carne disminuye cuando evitas los largos traslados.
Si eres fan de la cerveza artesanal estás en el lugar perfecto. En Charlevoix tienen la gran tradición de hacer de todos los estilos que te puedas imaginar.
Todos los productores son locales y las puedes encontrar en cualquier sitio. Si vas a un lugar especializado de cerveza como el Pub la Microbrasserie, está la posibilidad de que te sirvan una degustación de varios estilos.
Además de que te las explican una por una puedes maridarlas con embutidos, quesos y poutine. ¡Cuánta felicidad en tan pocas palabras!
Nuestro consejo más valioso es que te des la oportunidad de conocer Quebec y en específico Charlevoix. Es una joya en cualquier temporada del año y su ruta gastronómica la enriquece más.