Aunque es delicioso, el soufflé perfecto tiene su grado de dificultad y puede intimidarnos un poco prepararlo. Como en todo, es cosa de practicar para tener un postre esponjoso, cremoso y muy lucidor. Te damos los mejores tips y una receta para que no haya falla.
Un soufflé es una preparación que parte de una base sólida -puede ser harina de trigo, cocoa o incluso fécula de maíz o papa que se mezcla con claras de huevo montadas para dar la textura esponjosa que nos encanta.
Todo en la cocina tiene un fundamento científico de física y química y el soufflé es un ejemplo perfecto para esto. La densidad de la masa no debe ser demasiado espesa para no eliminar el aire que se incorporó a la hora de batir las claras.
Hay una serie de tips que debes saber antes de preparar un buen soufflé. Aquí te damos todos los trucos que necesitas para lucirte y tener un gran postre al final de tu comida.
Al preparar la mezcla
La columna vertebral del soufflé son las claras de huevo montadas. Al batirlas crean burbujas que se contienen gracias a la albúmina, esa proteína que va a ayudar a que no se escape el aire. Para darles más estabilidad, agrega sal.
Sabrás que las claras ya están lo suficientemente batidas cuando están a punto de nieve, es decir, cuando hacen picos y no se mueven si volteas el contenedor.
Las yemas se deben batir con el azúcar hasta que cambien a un color pálido y los granos estén completamente disueltos. Así se evita ese desagradable sabor a huevo.
Asegúrate de integrar la base con las claras montadas en movimientos envolventes. Esto protegerá el aire que está conteniendo la albúmina y se mantendrá cuando lo hornées.
Para hornear
Debes ser muy preciso con las temperaturas y los tiempos. Si es tu primera vez preparando soufflé procura no ser creativo y sigue las instrucciones al pie de la letra.
Engrasa los moldes con mantequilla y espolvorea azúcar. Esto lo puedes hacer al principio, refrigerarlos y así tendrás una capa más impermeable.
Cuando sirvas la mezcla del soufflé lista para hornear en los ramequines asegúrate que quede al ras del borde. Ayúdate con una espátula para que la cubierta quede pareja.
Es importante limpiar las orillas del molde para que crezca de manera uniforme.
¡A comer!
El aire caliente del soufflé se escapa rápido, por lo que puede perder su encanto en cuestión de minutos. Es un postre que hay que comerse recién horneado así que calcula tus tiempos.
Si lograste un soufflé parejo, homogéneo y con una apariencia bonita ¡felicidades! no cualquiera lo logra. Espolvoréalo con azúcar glass y está listo.
Soufflé de chocolate
Ingredientes
100 gramos de chocolate amargo
25 gramos de cocoa
60 gramos de mantequilla
4 huevos
1 clara de huevo extra
50 gramos de azúcar
1 pizca de sal
Procedimiento
Precalentar el horno a 200°C. Enmantequillar los ramequines o moldes y espolvorear con azúcar. Reservar en el refrigerador.
Derretir la mantequilla e incorporar el chocolate y la cocoa hasta que quede una base homogénea.
Separar claras de yemas.
Mezclar las yemas con el azúcar hasta que tomen un color pálido y los granos de azúcar hayan desaparecido completamente.
Montar las claras de huevo con una pizca de sal hasta tener picos.
Mientras tanto, integrar el chocolate con las yemas blanqueadas hasta tener una mezcla homogénea.
Una vez que las claras están a punto, integrarlas con la mezcla del chocolate en movimientos envolventes.
Hornear durante 10 minutos sin abrir el horno. Sabrás que están listos cuando se ve una superficie firme y crecieron por lo menos un centímetro fuera del ramequín.