Ver cualquier episodio de Chef’s Table siempre va a ser un aliciente para cocinar, investigar y querer cambiar el mundo con nuestro sazón. Cada capítulo inspira, pero hay algunos que han hecho una diferencia por las historias que cuentan.
La cocina se manifiesta en Chef’s Table como un medio de comunicación para platicar de un cocinero y poner sobre la mesa temas sociales y problemáticas actuales. Es una forma de enseñar cómo sí se puede cambiar el mundo en un plato.
Desde el momento en el que comienza a sonar El Invierno de Vivaldi, nos emociona saber que viene una historia de transformación a través de la gastronomía.
La chef que encabeza el restaurante n/naka en Los Ángeles es la protagonista del cuarto episodio de la primera temporada. Es de ascendencia japonesa y pone en práctica sus tradiciones para hacer algo espectacular en su restaurante
La cocina Kaiseki que Nakayama recrea en su restaurante se enfoca en representar el área que inspira los platillos: una cadena productiva respuetousa, ordenada y que llena de orgullo.
Lo que más llama la atención es que, en el episodio, habla de la minuciosidad con la que se trata a sus comensales al tener carpetas con el perfil de cada persona que ha ido a su restaurante así como los platillos que comió -esto con el fin de no repetir-.
El carisma de Massimo Bottura habla por sí mismo en el capítulo piloto de la primera temporada. Nos encanta su transparencia y la manera en la que vuelve la cocina un espacio de cambio social.
Con el terremoto de Módena en 2012, ayudó a los fabricantes de Parmigiano Reggiano a vender todos sus productos para que no se dañaran creando la receta de risotto Cacio e Pepe. Nadie perdió su trabajo, no se desperdició ni una rueda de queso.
Toma ventaja de las circunstancias y es creativo a la hora de resolver problemas, así nació su postre Oops! se me cayó la tarta de limón.
Hablar de la cocina de Enrique Olvera es algo que nos debe de llenar de orgullo como mexicanos, pues ha sido de los embajadores más emblemáticos.
Es inspiradora la manera en la que Enrique entendió las técnicas culinarias ancestrales y se atrevió a hacer cocina de vanguardia con ellas.
En el cuarto episodio de la segunda temporada, habla de México como una cocina de identidad que es motivo de orgullo. Muestra al mundo la abundancia de los ingredientes mexicanos y el amor al territorio.
Hablando de mexicanos inspiradores, esta cocinera platica, en el primer capítulo de la quinta temporada, una historia de lucha y de adaptación ante las adversidades.
Cristina dejó todo para darle una mejor calidad de vida a su hija y abrió un restaurante de barbacoa en Filadelfia. Además de trabajar por su familia, puso la cocina mexicana regional al alcance de la gente que la rodea.
Las fronteras están en nuestra cabeza. El simple hecho de que Cristina tenga la oportunidad de dar voz a los inmigrantes inspira a todos a trabajar para lograr nuestros objetivos.
Si alguien viera sólo las partes emocionantes y exitosas de la vida de este chef indio, nunca se imaginaría las dificultades que tuvo para llegar donde está.
Gaggan creció en un barrio muy pobre de Calcuta y comenzó a trabajar desde niño para poder llevar dinero a su casa. La vida lo llevó a meterse en la cocina y no quiso salir de ahí nunca. El mensaje es my claro: eres mejor de lo que crees, sólo hay que trabajar.
Después de mucho trabajo, abrió Gaggan, un restaurante indio en Bangkok y nos cuenta en el sexto capítulo de la segunda temporada que incluso superó en calidad a su inspiración culinaria: el restaurante de Yoshihiro Narisawa en Tokio.
La historia de Dominique Crenn la relata el tercer capítulo de la segunda temporada. Todo gira alrededor del valor de la familia y de los vínculos que tiene esta cocinera con la suya.
Atelier Crenn es un espacio que rinde homenaje a su padre, que fue su inspiración. Heredó de él la perseverancia para lograr lo que se propone y trabajar por hacerlo mejor.
Integra su perfil artístico con los sabores que le recuerdan a su madre en su infancia en Normandía.
¿Qué hay más sencillo que un cereal con leche para el desayuno? Christina Tosi parte plaza en la temporada dedicada a los postres con una idea muy clara: la creatividad se esconde también en lo más básico.
Con su pastel de fiesta o su helado de leche de cereal, conquistó los corazones golosos con su tienda Milk Bar.
Recordando a su madre y a su abuela, Tosi cocina postres como cuando lo hacía cuando era niña. Platica que le gusta hacerlo porque la hace feliz y eso es lo que la distingue del resto.
¿Te imaginas cómo puede ser la vida de un chef que no tiene la capacidad de probar sus creaciones? Pues esta es la historia de Grant Achatz, cabeza del restaurante Alinea en Chicago.
Al padecer cáncer de lengua, Achatz creía que su carrera estaba perdida: todo lo que había trabajado estaba por desaparecer. Con mucho esfuerzo nos demostró que la pasión puede ayudar a recobrar habilidades que habías perdido.
Este es uno de los capítulos más bonitos visualmente en cuestión de cocina. Ser partícipe de la creatividad en los platillos es definitivamente de lo más inspirador de toda la serie. ¿Lo que más nos gusta? el postre que se sirve sobre la mesa como una obra de arte.
La cocina en la India tiene una característica que le da un valor agregado: todos los miembros de una familia participan en la preparación de alimentos para después compartirlos en la mesa.
Asma Khan es de nacionalidad británica aunque migrante de Calcuta. Es uno de los motivos por los cuales el mito de que la mejor comida india está en Londres es cierta.
Su platillo más emblemático es el biryani, un homenaje a las familias indias. Se trata de una cocción de arroz, carne y especias que sucede junta, como deben de permanecer quienes la preparan.
La riqueza de una cultura se relaciona con la historia de la comida. Esta es una de las frases que abren el segundo capítulo de la quinta temporada.
Musa es un cocinero que se dedica a darle valor al patrimonio gastronómico en Turquía. En un viaje por su país y por su vida, nos platica que lo más valioso para un chef es el amor a su tierra.