Aceptar que Oaxaca tiene una de las cocinas más ricas y complejas de México está directamente relacionado con un factor fundamental: esta es la entidad con la mayor biodiversidad biológica en todo el país.
¡El territorio oaxaqueño alberga más tipos de maíces, chiles y otros ingredientes que ningún otro!
La próxima vez que visites la capital de Oaxaca visita estos lugares para comer, beber mezcal, cerveza y echarte un buen café después de recorrer las calles de la ciudad y otras comunidades aledañas.
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Te compartimos nuestros lugares consentidos:
Comer en el conocido “pasillo o túnel de humo” es una de las experiencias más auténticas y exquisitas que puedes vivir en Oaxaca.
Al entrar al mercado lo primero que verás es un pasillo donde decenas de vendedores de tasajo, cecina natural, enchilada y chorizo ofrecen sus delicias. Lo mejor: ¡te las cocinan ahí mismo, a la leña!
La magia radica en caminar, escoger la carne que más te guste y sentarte en una de las mesas disponibles para echarte unos buenos tacos. Todos los complementos -desde chiles de agua asados, nopalitos, pepinos, rábanos- y cervezas se venden por separado.
Junto al túnel de humo está la sección de comida del mercado, un lugar fabuloso para satisfacer tu antojo de tlayudas, enchiladas, moles, quesadillas, pan de yema y chocolate de agua.
Dirección: calle 20 de noviembre, colonia Centro, Oaxaca, a dos cuadras y media del Zócalo y a media cuadra del mercado Benito Juárez.
Hace 15 años, Itanoní era solo una tortillería, pero con el tiempo se transformó en antojería por petición de los clientes. Hoy, este lugar es una oda al maíz mexicano.
Este proyecto busca rescatar y darle valor al maíz nativo de Oaxaca, por lo que el maíz es el protagonista absoluto en el menú.
Uno de nuestros antojitos consentidos de este lugar son las “tetelas antojadizas” con chicharrón, crema y queso de Chiapas, una maravilla absoluta desde la primera mordida.
Aquí se viene a comer quesadillas, tetelas, memelas, atole, pozole y tascalate, y lo interesante es que puedes pedir que te los preparen con el tipo de maíz que gustes, desde el blanco de la región mixteca, el tuxpeño, el negro de la sierra sur o el belatove de los valles centrales, ¡tú pregunta cuáles tienen!
Dirección: Belisario Domínguez 513, Reforma, Oaxaca.
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Aunque no es cocina oaxaqueña, el pan, los desayunos y las pizzas que ofrece Boulenc -un negocio de cuatro jóvenes de Saltillo, Coahuila- son dignos de una mañana o tarde completita.
Para empezar el día con el pie derecho hay que pedir alguno de sus croissants o un rollo de cardamomo y seguirle con la fabulosa shakshuka, un plato de huevos escalfados que nadan en una salsita picante de jitomate y que se acompaña con pan de masa madre para limpiar el plato a gusto.
Una de las particularidades de este restaurante son los fermentos hechos en casa como el kéfir, la kombucha, el kimchi, los champiñones en escabeche y más.
Dirección: Porfirio Díaz 207, Ruta Independencia, Centro, Oaxaca.
Instagram: @boulencpan
Observa con detenimiento las calles del centro de Oaxaca y verás que no existe un solo café de cadena extranjero. En realidad, lo único que la capital necesita es una cafetería como Brújula, un sitio que ofrece bebidas elaboradas con granos exclusivamente oaxaqueños.
Nuestra sucursal consentida es la ubicada frente a la Iglesia de Santo Domingo. Compra un cafecito, date una vuelta por el Centro y si te gustó vuelve por una bolsa para llevar el sabor de Oaxaca a tu ciudad o compra las que quieras en línea.
Dirección: Plaza Santo Domingo, Macedonio Alcalá 407, Centro, Oaxaca.
Instagram: @cafebrujula
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Este maravilloso rincón es propiedad de Celia Florián, quien está al frente del grupo de las cocineras tradicionales de Oaxaca. Su inigualable sazón y pasión por la cocina oaxaqueña está en cada uno de los platos del menú, desde las salsas hasta las tlayudas y los moles.
Uno de los platos que debes probar son los chiles de agua a la vinagreta, plato insignia que ha acompañado a Celia durante muchos años y que siempre busca presumir en otros estados y países. Su receta hace honor a sus antepasados, quienes preparaban platos a la vinagreta a manera de conserva debido a la falta de tecnologías de refrigeración.
Otros imperdibles son los moles -¡ay el estofado almendrado con lengua de res!-, las tlayudas con chapulines, la cecina, el tasajo… Si ves a Celia, acércate y pídele que te recomiende qué comer.
Dirección: calle Abasolo 300, colonia Centro, Oaxaca.
El chef Rodolfo Castellanos tiene una cocina muy ligera pero de sabores potentes. En ella emplea muchos ingredientes locales y está basada en las recetas tradicionales oaxaqueñas, aunque cada plato tiene un toque contemporáneo que la hace muy especial.
Estamos enamorados de la lengua de res con chichilo negro, puré de coliflor y verduritas, el lechón confitado en manchamanteles de chicatana y la pechuga de pato con rostizada con mole negro y capulines ahumados.
La carta de desayunos también es una gozada.
Dirección: Av. Hidalgo 820, Centro, Oaxaca
José Manuel Baños es el chef de este lugar en el que se sirve cocina contemporánea de autor inspirada en las tradiciones oaxaqueñas. El 70% del producto que se usa es originario de este estado y el resto proviene de otros rincones mexicanos.
Es una cocina innovadora y divertida pero con los sabores que caracterizan a esta tierra. Hay platos memorables como los tacos de lechón, la torta de milanesa de venado y el mole de chicatanas.
José Manuel renovó la terraza y nos atrevemos a decir que es la mejor de la capital oaxaqueña.
Dirección: Calle Ignacio Allende #114, Centro, Oaxaca
Este rincón dedicado a la cocina de la región del Istmo oaxaqueño es una maravilla.
Hay oportunidad de probar comida muy particular como un cochito horneado con piña o platos de fiesta como los estofados. También hay antojitos como garnachas, tamales y molotes.
El lugar es muy bonito, ambientado con motivos oaxaqueños que aluden al maíz, el frijol y cerveza artesanal. Es imposible no probar unos mezcales y salir contento de este restaurante.
Dirección: García Vigil #117, Col. Centro, Oaxaca
Este lugar tiene una de las mejores selecciones de mezcales -campesinos, salvajes y ceremoniales- de varias regiones del estado como la sierra sur, los valles centrales, la mixteca y la mixe.
Déjate llevar por la gente de Archivo Maguey, ellos te pasearán y te resolverán cualquier duda sobre el mezcal que decidas tomar.
Además de los excelentes y únicos mezcales que ofrece, Archivo Maguey se une con Cocina Huaje para que mientras bebes también comas fantásticos platillos con recetas tradicionales de los pueblos mixtecos. ¿Qué tal unas tlayudas, unas enfrijoladas con hoja de aguacate o un huachimole con costilla de puerco prensada?
Dirección: Morelos 509, colonia Centro.
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En Oaxaca también se hace -y se consume- cerveza artesanal y uno de los mejores ejemplos son las que elabora el Consejo Cervecero. Además de la clásica Rey Oh Baby! American Pale Ale, en esta sala de degustación tienen muchas más opciones e incluso cervezas de temporada.
Para acompañar las chelas hay hamburguesas, nachos con pollo crispy y otras cosas nada oaxaqueñas pero que valen la pena.
Dirección: Belisario Domínguez 405, colonia Centro.
El chef Rodolfo Castellanos recomienda la barbacoa del baratillo en San Antonino Castillo Velasco; las tostadas de chileajo del mercado El Pochote en el barrio de Xochimilco; todo lo del mercado del domingo en Tlacolula; las memelas de doña Vale en la Central de Abastos los viernes; las carnitas de los Martínez en la Iglesia de los Pobres, los martes; las empanadas de amarillo de los viernes en Ocotlán y el pozole de Tlaxiaco los sábados.
El chef Juan Barrera recomienda el Lechoncito de Oro -en la calle Libres y Murguía-, un lugar que sirve tostadas, tacos de lechón con pierna o lechón combinado con chicharrón, además de salsa verde, especial o extrapicosa.
Dentro del mercado de Tlacolula, el chef Diego Hernández dice que las quesadillas y empanadas de amarillito son una sabrosura, y en el Mercado Orgánico El Pochote, las tostadas, según el chef Alfredo Villanueva.