La cocina de Etiopía tiene entre una de sus magias platillos llenos de color por la cantidad de verduras y productos de temporada. Comer en África es mucho más placentero de lo que crees y este país es un excelente ejemplo.
Por su tradición musulmana y judía, la carne de cerdo está restringida en este país. En ambas religiones está prohibido consumirlo por la forma en que se produce y la concepción cultural que se tiene sobre él.
La comida etíope también refleja sus usos y costumbres, quizás lo percibas escaso y precario pero queremos decirte que es justo lo que la sociedad vive.
También te puede interesar:
-De Etiopía a tu casa: un viaje por la historia del café.
-La jamaica es más que una flor para hacer agua: 3 recetas para que la aproveches toda.
El cerdo no figura en la dieta etíope. Lo que sí encontrás es carne de ternera, pollo, cabra y pescado.
Las verduras más utilizadas en sus platillos son papas, zanahorias, acelgas, cebolla y ajo. También es común que utilicen muchas especias, esto vuelve sus platillos picantes o incluso un poco agrios.
El berbere es una mezcla de pimienta con otras especias como jengibre y clavo. Este ingrediente es el que le da el toque de identidad a la comida.
El aceite de sésamo o cártamo son los más utilizados a la hora de cocinar. También es común el niter kibbeh que es una mantequilla clarificada sazonada con comino, cúrcuma o cardamomo.
Son pocos los platillos en la cocina de Etiopía, aquí les dejamos los más significativos.
La injera es un pan plano y muy delgado; imagínate la forma y el tamaño de una tortilla de agua o sobaquera pero en su versión esponjosa. Este pan es prácticamente la base de todos los platillos.
Se hace con harina de tef -un cereal rico en hierro y fibra endémico de Etiopía-. Lo utilizan en lugar de cubiertos y como plato; sobre él sirven la comida y se van recortando trozos pequeños para tomarla.
El wat es un estofado de res, verduras y berbere. Se prepara colocando en una olla cebolla y niter kibbeh, después se añade la carne y los vegetales y se termina sazonando.
Es similar al wat pero en este platillo la carne solo va asada sin mezclarse con todo lo demás. Se sirve también sobre injera.
Este platillo es común en los pueblos que tienen acceso a un puerto donde consigan buen pescado.
Consiste en dos partes: de un lado arroz y del otro tiras de pescado fritas bañadas en una salsa de jitomate con ají.
Entre sus bebidas tradicionales se encuentra el tej que es parecido a la hidromiel. La tella también es común y es una cerveza hecha con tef -la misma planta con la que se hacen las injeras- y dependiendo de la región se puede añadir cebada o trigo.
En este país no es común que haya supermercados como en todos los países de Occidente.
Esto significa una cosa: difícilmente encontrarás cosas básicas como sal o cualquier tipo de lácteos en la cocina de Etiopía.
Tampoco hay quesos ni nada dulce como azúcar, así que si llegas a encontrar solo corriste con suerte.
Cuenta la historia que el café se descubrió en Etiopía mientras un pastor sacaba a sus cabras a comer. Así este país se convirtió en la cuna del café.
Los Europeos pronto lo llevaron a otros lugares, pero lamentablemente no tuvieron la suerte de que se diera en sus países fríos. Por su composición biológica, el cafeto sólo se cosecha en zonas tropicales, por lo que son privilegiados los países productores de calidad.
En Etiopía el café es un elemento absolutamente representativo de su cultura, incluso se hacen ceremonias alrededor de esta bebida.
En estas ceremonias el café se tuesta en una especie de comales y después se vacía en una jarra llamada jebena con agua y se coloca al fuego.
Las ceremonias son hechas por mujeres siempre, es difícil ver a un hombre preparando el café, a pesar de esto sí lo pueden beber.