Llegar a Estados Unidos sin conocer a nadie; extrañar México; añorar su comida; aprender a cocinar en casa de migrantes mexicanos. Cambiar de carrera; apostarle a la cocina; tocar puertas para crear un programa de televisión; trabajar arduamente por años; alcanzar una audiencia de 31 millones de personas; ganar un primer premio James Beard en 2018 (algo así como un Óscar en el mundo de la gastronomía); volver a ganar otro James Beard en 2019… y poner en alto la cocina mexicana.

Ésta es la historia de Pati Jinich, la mexicana que ganó una vez mas uno de los reconocimientos más importantes del mundo de la gastronomía.

Pati ya había sido premiada en la categoría Outstanding Personality/Host por su programa Pati’s Mexican Table, una serie en la que comparte recetas de platillos mexicanos con una sencillez y candor entrañables y que viaja por México para llevar al televidente a rincones llenos de sabor y autenticidad.  

¡No por nada Pati ya está en los televisores del 95% del territorio estadounidense a través de la cadena PBS y lleva siete temporadas!

Este año su premio fue por Mejor Programa de Televisión en estudio, con un capítulo de Pati’s Mexican Table: Tijuana: Stories from the Border.

Además de ser un logro personal, Pati siente que recibir esta clase de premios “es una validación de lo mexicano en el exterior y a lo que los mexicanos contribuimos en las mesas que no son mexicanas”.

Al tiempo que habla de cocina, también habla de migración, de derechos humanos, de política.

¿Y cómo no hacerlo? Antes de dedicarse de lleno a la cocina, Pati trabajaba en un centro de investigación orientado al análisis de políticas públicas.

Pero ganó la cocina. Ganaron las ganas de mostrarle al mundo –específicamente a los estadounidenses- lo que es la verdadera cocina mexicana más allá del texmex.

Pati los enseña a hacer salsa verde, tacos al pastor, ceviche, sopa de lima, de lentejas, enchiladas, tamalitos y hasta frijoles de la olla; les muestra las bellezas de estados como Oaxaca y Baja California.

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“Prefiero que un millón de personas en Estados Unidos hagan enchiladas en su cocina, que compren tomate verde, jalapeño, tortillas… Si no encuentran crema mexicana, que la sustituyan por heavy cream; si no encuentran queso fresco, que usen feta. No me voy a infartar. Prefiero que hagan eso a que digan no puedo porque no tengo todos los ingredientes”, dice Pati, convencida de que se pueden construir más puentes y educar más si aprovechamos esas puertas en lugar de escandalizarnos.

Los tiempos cambian

Cuando Pati empezó su carrera, hace diez años, la cocina mexicana aún no era reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y en Estados Unidos aún era identificada como “ethnic cuisine” o “too ethnic”.

Hoy las cosas son diferentes. Hoy, “la cocina mexicana está en un lugar sin precedentes en Estados Unidos y en el mundo.

La audiencia, el estadounidense normal, ya no solo quiere un combo texmex, ya hay taco night, #tacotuesday… ¡ya incorporaron nuestros ingredientes y tradiciones”, dice Pati emocionada. “Nunca ha habido una aceptación tan fuerte y un hambre y curiosidad tan grandes por lo mexicano como ahora”.

Sin duda, Pati está convencida de que hay que trabajar más duro para construir más puentes entre ambos países y qué mejor que a través de la cocina.

“¿Qué terreno más noble que la cocina, que una mesa? ¿Quién le va a decir que no a un plato de pozole, de carnitas? La cocina es una manera de romper mitos, muy noble, muy… que perdona”.

¿Dónde ver el programa de Pati Jinich?

En Amazon Prime.