Desafortunadamente, el unicel es un material omnipresente: está en los vasos para el atole o el café callejero, en los contenedores de comida para llevar y hasta en las tareas de los niños de primaria.
Este plástico está hecho con solo 5% de materia prima y 95% de aire, y por su composición química es un material difícil de reciclar.
En algunas ciudades alrededor del mundo como Nueva York, París, San Francisco y Toronto ya tienen políticas para prohibir el uso de este plástico y México le está entrando al tema.
En México, el primer estado en prohibir el uso de unicel fue Oaxaca, específicamente la comunidad de San Bartolo Coyotepec -donde se elabora el magnífico barro negro- y los primeros registros de dichas acciones se remontan al 2010.
San Bartolo prohibió el uso y la venta de unicel y estableció una multa de 500 pesos para quien violara esta norma, que también es efectiva para quien queme basura.
En esta comunidad la iniciativa fue con un nivel de conciencia social tan integral que puso a disposición de los habitantes vajillas de barro para sus eventos de forma gratuita.
El ejemplo de este municipio también fue replicado en la capital del estado, Oaxaca de Juárez. En octubre de 2018 se prohibió a los establecimientos utilizar unicel.
Los municipios Santa Catarina Lachatao, Santo Tomás Jalietza, Santa María Huatulco y San Agustín de las Juntas se sumaron a esta medida al tener en cuenta que el unicel puede tardar hasta 50 años en biodegradarse.
A inicios de 2019 se anunció que dentro de tres a seis meses entrará en vigor la prohibición del uso de unicel en el Estado de México.
Esta medida abarcará los 125 municipios de la entidad, pero Toluca y Metepec ya llevan avanzada la iniciativa. En Toluca se estableció que la multa irá de 422 a 8 mil 449 pesos.
Otro caso es el de Querétaro, entidad que encabeza la lista de separación de residuos en el país, de acuerdo con el INEGI.
Por esta razón no resulta extraño que también esté por sumarse a esta iniciativa. Las propuestas de modificación en cuanto al uso de unicel serán definidas en los meses de abril y mayo y se publicarán en el Programa sobre Manejo Integral de Residuos.
Cuando comenzaron estas modificaciones a la ley y los reglamentos, las mayores afectadas fueron, por supuesto, las empresas productoras.
En Querétaro, el representante de Clúster de Plásticos, asociación que agrupa a distintas empresas del ramo, mencionó que varios empleos se encuentran en riesgo si esta medida es aprobada.
Tal vez haya más personas de la industria que se opongan pero cada uno de nosotros puede poner su granito de arena. Primero no comprando unicel y en segunda reciclando el que cae en nuestras manos.
Para esto ya hay en el país algunos grupos que se están encargando del reciclaje, por ejemplo, Rennueva.
Rennueva nace de una propuesta en la UNAM. Aquí puedes llevar el unicel que quieres reciclar y ellos se encargan de hacerlo.
Dirección: Mimosas 63, Santa María Insurgentes.
Facebook: @Rennuevamx
La Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ) tiene también algunas campañas para la disminución y reciclaje del unicel y otros plásticos.