Cuando elegimos tomar una taza de café producido por alguna empresa trasnacional no beneficiamos a los productores de estos granos ni siquiera con 1 centavo de dólar, asegura la organización Café for Change.
Fundada por el guatemalteco Fernando Morales de la Cruz -empresario, periodista, consultor político y asesor en relaciones internacionales-.
Este proyecto nació con el objetivo de “disrumpir los modelos de negocios de las industrias de café, cacao y té, porque estos explotan a decenas de millones de agricultores, trabajadores y también a millones de niños”
Lograr un intercambio justo entre los cafeticultores y las compañías que venden café alrededor del mundo es parte de su lucha.
De acuerdo a Fernando, el Fairtrade, o mal llamado Comercio Justo, perpetua la pobreza además de ser un fraude hacia el consumidor.
En noviembre de 2017, esta organización comenzó un proyecto para vender café comprado a pequeños productores. Por el momento el proyecto está en pausa.
A través de su página de internet podrás adquirir bolsas de café o cápsulas compatibles con las cafeteras más populares en el mercado.
En poco tiempo una campaña de recaudación de fondos será lanzada con la finalidad de defender de manera independiente los intereses de los trabajadores del café, el cacao y el té, incluyendo a los niños que trabajan también en estas zonas rurales.
Además, Fernando Morales impulsa otras iniciativas que buscan apoyar a los productores de cacao y chai llamadas Cacao for change y Chai for change, respectivamente.
Morales se ha concentrado en visibilizar las injusticias principalmente contra los agricultores de Guatemala, Honduras, El Salvador y Chiapas.
Actualmente, Fernando Morales está volcado 100% a visibilizar el problema de los agricultores, especialmente de café, y asegura que si los consumidores pagaran 10 centavos de dólar más por cada taza de café sería de gran ayuda para los productores.
Entre las grandes empresas que venden café hay varias trasnacionales que lo compran en México al ser un país productor de café arábica y robusta a nivel mundial.
Durante el año pasado, el gobierno electo dio luz verde a la construcción de una planta que procesará café en Veracruz, propiedad de una empresa suiza. Esta entidad es una de las principales productoras de café en el país.
Los cafeticultores veracruzanos se han pronunciado contra esta planta debido a la explotación de la gente en las fincas y los pagos bajos por kilo de café.
La diputada veracruzana Nora Jessica Lagunes también se pronunció en contra de que la trasnacional imponga los precios de café y aseguró que “se va a verificar cuáles son los costos, y cuáles serán los mecanismos que ellos van a implementar”.
Según la Organización Internacional de Café, el precio promedio por kilo de café se ubicó en 2.28 dólares a nivel mundial hasta el 8 de febrero, es decir, alrededor de 43 pesos mexicanos dependiendo el tipo de cambio.
Mientras este es el precio promedio a nivel mundial, la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC) ha sostenido que en México el café en cereza se paga a menos de 6 pesos el kilo.
Sin embargo, una de las trasnacionales afirma que en el país se paga 5% más del precio promedio internacional.