¡Ay el amor, el amor! En México, seguramente has escuchado alguna vez que cuando alguien está enamorado es porque supuestamente “le dieron toloache”.
Lo primero que debes saber es que el toloache es una planta silvestre que también se puede cultivar en el jardín con fines ornamentales.
De acuerdo con la UNAM, hay 12 especies registradas en el mundo y todas son originarias de México. Su nombre científico es Datura y es una planta herbácea perteneciente a la familia de las solanáceas.
Pero ¡cuidado!, esta planta no es inofensiva.
El toloache tiene cuatro sustancias principales que le dan sus propiedades: atropina, hioscina, hiosciamina y escopalamina.
En algunos estudios se ha demostrado que la atropina causa trastornos de la visión, excitación, agitación y delirios.
Las demás sustancias deprimen o estimulan el sistema nervioso según la dosis. En pocas palabras nos hace alucinar, así como cuando estamos enamorados.
Pero esto no funciona a la ligera. El toloache es un considerable riesgo a la salud. Para que entendamos qué tan fuerte es pongamos un ejemplo.
Mientras los hongos y el peyote tienen máximo 12 horas de efectos alucinógenos, el toloache puede durar hasta 6 veces más, es decir, 72 horas.
El exceso de esta planta también puede causar vómitos, taquicardias, dificultad para respirar, daños neuronales permanentes y hasta la muerte.
A pesar de todas las consecuencias que ya mencionamos, el toloache se usaba en tiempos prehispánicos como antiinflamatorio y analgésico.
Pero no nos confiemos, científicamente no existe ningún estudio que diga cuáles son las dosis máximas seguras si queremos utilizarlo como alguna de estas dos soluciones.
En la Edad Media incluso fue catalogada como una planta maldita por sus efectos.
Así que ya sabes, la próxima vez que alguien insinúe que te quiere dar una agüita de toloache no lo tomes a la ligera, puede hacerte alucinar hasta creer que estás enamorado.