Analiza las porciones y sé muy cauteloso con las medidas. La repostería es celosa, así que te recomendamos comprar una báscula para que puedas medir todo en cantidades exactas.
Las proporciones de los ingredientes. En la mayoría de los casos, cuando la receta tiene igual o más de la mitad de la cantidad de harina en mantequilla, quiere decir que se va a derretir la masa en el horno. Este es el caso de las galletas con chispas de chocolate, que te recomendamos porcionar en un cucharón de helado para que tomen forma redonda.
El tipo de harina. Si buscas texturas que se deshagan en tu boca te recomendamos que sigas recetas que tienen fécula de maíz. La harina de trigo las hará más sólidas.
¿Manteca o mantequilla? Esto sí depende de la receta que vayas a preparar. Lo que te recomendamos es siempre buscar un medio graso proveniente de animales, pues el sabor será mucho mejor.
La preparación
Mezclando los ingredientes: Cuando la cantidad de mantequilla es menor, hay que tener mucho cuidado de no sobrebatir la masa; basta con integrar todo y listo. De otra forma, se deformarán en el horno.
Primera refrigeración. Cuando tu masa esté integrada, envuélvela con plástico transparente y métela al refrigerador por lo menos 30 minutos.
Haciendo figuras. Si quieres estrenar esos cortadores divinos de galletas que te hicieron ojitos en el súper, ten cuidado de que el grosor de la masa sea por lo menos de un centímetro. Esto te va a ayudar a que la forma sea más parecida al molde ya horneadas.
Segunda refrigeración. Es muy importante refrigerar las galletas ya con la forma que les diste; esto te va a ayudar a que la mantequilla se mantenga estable durante el horneado. Entre más tiempo les des de frío, mejores van a ser tus resultados.
La hora de la verdad
Horneado. Es muy importante que conozcas tu horno. Algunos calientan mejor de un lado que de otro, por lo que deberás dar vuelta a la charola para una cocción uniforme. Cuando las galletas estén tomando color es el momento de sacarlas. No importa que no estén duras, eso sucederá después. Evita galletas-ladrillo.
La decoración. El amor por las galletas es completamente visual y decorarlas es mucho más sencillo de lo que crees. Basta tener un poco de creatividad; puedes utilizar ingredientes como mermeladas, azúcar glass, canela, especias o betún royal para cosas más elaboradas.