Comer chiles es algo tan básico y cotidiano en México que pocas veces nos cuestionamos todos los usos gastronómicos que tienen. Estas maravillas están tan ligadas a nuestra cultura -somos el país con mayor biodiversidad de chiles ¡en el mundo!– que no solo las encontramos en platos salados, sino en bebidas -con y sin alcohol-, remedios medicinales y hasta postres.
Los chiles son parte del sistema de cultivo milenario llamado milpa y se consideraban la base de la alimentación prehispánica junto al maíz y el frijol.
Comerlos produce placer, ya que se liberan dopaminas y estimulan la salivación. Los chiles frescos contienen una gran cantidad de vitamina C, incluso más que el limón o la toronja; también bioflavonoides o vitamina P que protege la circulación sanguínea y estimula la producción de colágeno. Además, existen investigaciones que dicen que ayudan a controlar el peso.
¿Te gustan las salsas? Checa estas recetas:
De chipotles dulces, de tres chiles y de xoconostle
Pico de gallo clásico, verde cruda y borracha
De chile de árbol para los taquitos al pastor
De chile serrano con charalitos
Además de salsas, también puedes elaborar otras delicias con chiles. Van algunos ejemplos:
Hay varias bebidas tradicionales que integran el chile en sus recetas. En Tlaxcala, por ejemplo, se elabora el chilatole, una mezcla con maíz fermentado para hacer atole. En Tabasco existen recetas que utilizan este ingrediente para dar más sabor al tradicional pozol. Incluso, mucha gente agrega chile piquín a las micheladas para ayudar a curar la cruda.
Mezclar cacao y chile –como en tiempos prehispánicos– también está en auge. Saborizar tu chocolate caliente con un toque picante ya es posible en un par de cafeterías de cadena, y en Oscuro Puro encuentras una bebida que armoniza chocolate y chile, hecho con cacao de alta calidad y un balance muy bueno entre los dos sabores.
Prepara:
¿A quién no le gusta el sabor de un mango con chilito o una fresca chamoyada? Mezclar el sabor dulce con la sensación de pungencia del chile es algo que está muy ligado a nuestra forma de comer. Gomitas, paletas y toda suerte de confitería puede encontrarse en versión picante.
Por la buena combinación que hace también con el cacao, hay algunas chocolaterías que elaboran bombones rellenos de cremas de chile o incluso tablillas con este ingrediente. Dependiendo del tipo de chile que se utilice, la sensación puede variar. Generalmente se utilizan las variedades que tienen notas a frutos secos como el pasilla u otros.
Si pensamos en postres al plato, el chile está empezando a cautivar corazones. En Parcela utilizan el chile ancho para mezclarlo en un crumble que acompaña uno de los postres estrella del lugar.
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La evolución de la coctelería y la creatividad de los mixólogos ha introducido dos de nuestros tesoros nacionales en las bebidas: el cacao y el chile. Licorería Limantour, el 11º mejor bar del mundo según la lista de World’s 50 Best, utiliza ingredientes mexicanos para dar identidad a sus tragos. Un ejemplo es un licor de chile ancho para hacer cocteles mexicanos en su nueva carta.
La intención de incluir ingredientes como este en cocteles es crear una experiencia culinaria fuera de lo común que resalte lo mejor del patrimonio gastronómico. Seguramente, si tomas algo que tenga chile no sentirás la pungencia, sino que tendrá las notas de sabor y lo sentirás mejor en el retrogusto.
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