Hay leyendas cuentan que los navegantes españoles y portugueses se llevaban los corazones de maguey para que funcionaran de lastre en sus barcos. También hay quien dice que la planta se transportó a propósito para reproducirla en todo el mundo. La realidad es que el agave es una especie que ha encontrado hogar en muchos sitios, incluyendo África.
En el Gran Karoo, justo entre Namibia y Sudáfrica, hay una región semidesértica donde, igual que en México, la sociedad elabora y vende productos de agave. Fue aquí donde se plantaron los magueyales que pretendían generar empleos y sacar de la pobreza a esta zona.
Los africanos identificaron su valor rápidamente. Con la ayuda de grandes empresarios, se comenzó a producir una bebida casi igual al Tequila. La industria africana comenzó a crecer en los años 90, justo cuando el destilado mexicano tenía su peor crisis.
Con esta área de oportunidad, el sudafricano Keith McLachlan decidió emprender una destilería. Rockwood & Hines fue la primera empresa productora de Tequila en Sudáfrica y el éxito no se hizo esperar. El problema surgió cuando descubrieron que existe una denominación de origen que limita la producción en otro lugar que los permitidos.
Entre defensas y discusiones, el Consejo Regulador de Tequila logró que, por medio de estas leyes, la bebida africana no fuera reconocida como Tequila en el resto del mundo. Sin embargo, la producción continuó, aunque las grandes empresas productoras quebraron. La industria se hizo poco rentable y Gran Karoo se volvió espacio de producciones caseras con comercialización local.
Hoy en día, el destilado de agave africano se vende como tal, pero en pequeñas producciones. Las destilerías siguen los procesos tradicionales mexicanos y las marcas evocan la mexicanidad del agave. Finalmente, el mercado internacional sigue prefiriendo el auténtico Tequila.
Si bien es cierto que la industria con más utilidad es la de los destilados, alrededor del agave existen varias áreas de oportunidad que en África no han echado en saco roto. Ahora, por la caída de los precios y la demeritación de su licor, el Gran Karoo trabaja en extraer diferentes productos de esta planta y proyectar alrededor de éste, un desarrollo sostenible en la zona.
El jarabe de agave es una de las industrias emergentes más importantes en la región. La intención es reducir el uso de azúcar de caña al máximo y usar edulcorantes provenientes de los magueyes. Gracias a la cantidad de inulina, nivela el azúcar en la sangre y es más saludable que otros endulzantes.
El Gran Karoo es hogar de una empresa familiar liderada por Tim Murray y Susan Davis llamada Agavesol, que elabora diferentes productos que aprovechan las propiedades medicinales del agave. Con efectos antisépticos, cicatrizantes y anti inflamatorios, se producen cremas, pomadas, enjuagues faciales y desodorantes.
Las flores de maguey -también muy utilizadas en las cocinas regionales del centro de México y conocidas como quiotes– se venden en África encurtidas y listas para el consumo. Estas flores viven poco tiempo y la refrigeración no inhibe la producción de un néctar que las pudre, por este motivo, Murray y su familia desarrollaron la venta en conserva para consumirlas en cualquier momento. Aproximadamente, se hacen 2,400 lotes por temporada.
Lo que en México conocemos como mixiote, en África carece de valor gastronómico y se transforma para hacer textiles. La fibra de las pencas de maguey se extrae con el fin de hacer diferentes productos. Igual que en México, se convierte en cuerda -o mecate- y materiales para construcción. También se comercializan cremas para la piel y productos de belleza.
El Agave sisalana -o henequén, para los cuates- se introdujo en África también para extraer sus fibras. Algunas otras variedades se plantaron para establecer límites entre tierras y otras más para alimentar al ganado. Además, muchas artesanías sudafricanas se hacen con productos derivados del agave.
En realidad, la trascendencia del agave solo rompió fronteras. Las industrias desarrolladas evocan el principio prehispánico de que el maguey es aprovechable en su totalidad. Independientemente del lugar donde crezca, esta planta estará ligada a México y a su cultura.
Para algunos de los productos que México elabora derivada del agave, checa este video.