En una bolsita de frutos secos conviven nueces, cacahuates, avellanas, arándanos, pasitas y más. Unos son frutos secos, otras son frutas secas (sí, con a) y unas más, legumbres.
Aquí te ayudamos a identificarlas para que las utilices en un sinfín de recetas y productos.
Son el fruto de un árbol hermoso, el almendro. Este árbol, a pesar de tener su floración entre enero y abril, da su fruto hasta el periodo de agosto a octubre. La almendra en realidad es la semilla del árbol. ¡No las peles! La piel marrón es rica en antioxidantes.
Provienen de un árbol llamado avellano, frondoso y verde. El fruto del avellano se recolecta en el otoño, que es su momento de maduración. Es un tipo de “nuez o núcula”, lo cual quiere decir que este fruto no se abre al madurar. Tiene una sola semilla en su interior que es la avellana.
Es fácil confundirnos, ya que existe un árbol llamado Nuez de la India, famoso por tener un fruto que erróneamente venden como un remedio para bajar de peso e incluso es peligroso para la salud. La nuez de la India de la que hablamos aquí proviene del árbol llamado anacardo, de Brasil (¡no de India!), el cual tiene un fruto en forma de pera color amarillo o rojo del que se asoma un apéndice (esa es la nuez que conocemos).
Dentro de la nuez se encuentra la semilla comestible, que en el norte y centro de México conocemos como nuez de la India y en el sureste como marañón. Para poderla consumir es necesario que pase por un proceso de lavado y tostado que remueve todos los aceites que contiene, los cuales pueden ser tóxicos para el organismo.
Es una semilla producto de distintas variedades de pino alrededor del mundo. La responsable de este fruto es la piña de este árbol, una conífera que produce dos semillas por cada escama. Es un clásico en México por sus usos, desde nieves hasta platillos gourmet.
Las pasitas que adornan un arroz con leche o se cubren de chocolate son uvas que pasan por un proceso de secado en el que se les extrae el agua para deshidratarlas. Dependiendo del proceso de secado quedan pasas marrones o rubias; su color final no depende del tipo de uva (blanca, púrpura o dorada), sino del tipo de secado que se utilice.
El más común es bajo el sol y sobre piedras limpias o tamices grandes para que en caso de lluvia el agua pueda ser filtrada y escurrida naturalmente. Es común que las uvas, antes de su proceso final de secado, sean barnizadas con aceite vegetal para proteger la piel y abrillantar.
La ciruela pasa, igual que las pasitas, no son frutos secos, son frutas secas. El ciruelo -que es el árbol del que provienen- tiene dos variantes, uno que no da frutos (y que se distingue por tener flores rosas) y los que sí dan, que tienen flores blancas. La ciruela pasa por lo general tiene azúcar añadida para contrarrestar la acidez, pero el alto contenido de fibra sigue siendo igual que la fruta sin secar.
Los arándanos provienen de un arbusto cuyo fruto es una baya que conforme madura se torna roja. Al igual que la ciruela pasa, se les añade azúcar en el proceso posterior al secado -similar al de la uva- por la gran acidez que presentan en su forma natural. Además, también se les puede rociar aceite vegetal o azúcar para abrillantarlos y hacerlos menos ácidos.
El cacahuate no es una semilla o una fruta, es una legumbre, a pesar de que siempre lo encontramos en las bolsitas de frutos secos. Una de las formas más comunes de comer cacahuates son salados, es superfácil prepararlos. Mete los cacahuates ya pelados al horno (177ºC) saca la bandeja del horno, rocíalos con sal y ¡listo!