Viernes, sábado y domingo está en un bazar frente a Centro Médico; entre semana por la noche, en Madero, una de las avenidas más concurridas de la capital, esa que lleva al corazón del Centro Histórico de la ciudad de México. “¡Tacoooooos, los tacos de canasta, los tacooooooos!”

La mujer que grita con voz poderosa entre el gentío es Marven, mejor conocida como “Lady Tacos de Canasta”. Con sonrisa pícara y charla divertida, Marven despacha taquitos sudados de chicharrón, frijol, res y papa con unas buenas cucharadas de salsa de aguacate y habanero que enchilan, pero rico.

Marven sale a vender sus tacos a bordo de una bicicleta azul y con Oaxaca en cuerpo y alma: huipil, huaraches, el cabello larguísimo trenzado, colores brillantes en los ojos y los labios.

Sin embargo, hasta hace unos años Marven no sentía la confianza de SER en público, pero Lady Tacos de Canasta le cambió la vida y la animó a asumir ante todos su identidad de muxe con una profunda nostalgia por sus raíces oaxaqueñas y un enorme compromiso por aportar a la lucha por los derechos LGBTTTIQA.

Esta es su historia:

Para Marven ser Lady Tacos de Canasta le ha abierto puertas que no imaginó, ahora puede ser libre de recorrer las calles. Claro, nunca faltan los retos, sin embargo, ella los ha sabido rebasar.