El alcalde Bill de Blasio anunció que la prohibición del unicel en la ciudad de Nueva York entrará en vigencia el 1 de enero de 2019, luego del rechazo de una demanda que buscaba impedir la implementación de la prohibición.
Esto significa que establecimientos, tiendas y servicios de alimentos no podrán poseer, vender ni ofrecer sus productos en empaques de poliestireno en Nueva York a partir de 2019. En los próximos seis meses, la administración de Blasio trabajará con las empresas de toda la ciudad para garantizar que respeten la ley y ayudarlas a realizar la transición a nuevos materiales para reemplazar los productos de unicel.
“La prohibición del unicel en Nueva York ya se había retrasado y los neoyorquinos están listos para comenzar a usar alternativas reciclables“, dijo el alcalde. “No hay razón para seguir permitiendo que esta sustancia nociva para el medio ambiente inunde nuestras calles, vertederos y vías fluviales”.
Para la industria alimenticia, la ventaja de utilizar contenedores desechables de unicel es que tienden a ser baratos y ahorran la limpieza de otro tipo de contenedores. Sin embargo, el uso de poliestireno expandido o unicel, como comúnmente lo llamamos, no beneficia a la naturaleza, por lo tanto a nosotros tampoco. La naturaleza únicamente puede dividir su estructura en moléculas mínimas, pero no biodegradarlo.
La Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) y la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ) estiman que el consumo nacional del unicel en México es de 125 mil toneladas anuales, de las cuales el 25 por ciento se destinan a la fabricación de productos desechables para la industria alimenticia; el 75 por ciento restante se divide en el sector de la construcción y embalaje.
En México, la institución encargada de investigar, recopilar e informar sobre la situación ambiental, uso y peligrosidad de materiales tóxicos es la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), quien afirma que en el país se desechan 70 mil toneladas de unicel anualmente, pero su recuperación y reciclaje son casi nulos.
En el ámbito internacional, Nueva York es la ciudad más reciente en incorporase a la lista de ciudades en Estados Unidos que prohíbe el uso de envases descartables de poliestireno expandido. Con la entrada en vigor de esta normativa, ya son más de 70 las ciudades estadounidenses (Washington DC, San Francisco, Minneapolis, Portland y Seattle entre ellas) que prohíben su utilización, mientras que en varias ciudades del mundo como París o Toronto el tema es objeto de debate.
Ante las normativas que están llevando a cabo diferentes países para prohibir el uso de envases hechos de unicel, el Senado de la República ha iniciado una alerta para abrir las posibilidades para legislar en varios sentidos: propiciar estudios e iniciativas para erradicar, inhibir o canalizar ese desperdicio; convocar a empresas para considerar el desplazamiento del material unicel y convocar a instituciones del Estado para dejar de adquirir materiales de poliestireno expandido.
Bajo este marco, en México se inauguró el primer centro de acopio de unicel. Rennueva, es una startup que surgió en en la Universidad Nacional Autónoma de México dedicada al desarrollo de tecnologías enfocadas al reciclaje en la ciudad de México.
Con una inversión de un millón de pesos y con una capacidad de acopio y transformación de cuatro toneladas mensuales, equipado con tecnología 100 por ciento mexicana y con una infraestructura y mobiliario adecuado, el nuevo centro de acopio realizará la recolección del material, su recepción, limpieza, almacenamiento, reciclado y distribución como materia prima para otros productos.
Recuerda que la ayuda es de todos, así que para reciclar los vasos, charolas, tapas y empaques de unicel que contengan el código de identificación de las tres flechas del reciclaje con el número 6 en el centro, llévalos a la calle de Mimosas 63, en la colonia Santa María Insurgentes, con horario de atención de lunes a viernes de 10:00 a 16:00 horas.