En un principio, la Cuaresma se guardaba de manera muy rigurosa, sin embargo, ahora en nuestro mundo contemporáneo la gran mayoría lo hace como un trámite que se reduce a evitar el consumo de carnes rojas y comer más pescados durante este periodo, específicamente cada viernes y los días santos.
Para esta temporada, los el producto del mar se convierte en el alimento proteico por excelencia para sustituir lo que en la creencia cristiana se deja como ofrenda y sacrificio.
Antes de sacar el recetario para cocinar tu pescado favorito en cualquiera de sus versiones -basta de comprar siempre salmón-, te contamos cuáles son los pescados más frescos para consumir en esta temporada, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
De acuerdo con este calendario, la almeja, el bagre, el besugo, la carpa, el cazón, la cojinuda, la corvina, el lenguado, el huachinango, la lebancha, la lisa, la mojarra, la rubia y la tilapia están disponibles todos los meses del año. Compra los más frescos y, si se puede, lo más local posible.
Este es un pescado de carne blanca, de sabor suave y textura firme.
Se trata de un pescado muy noble que normalmente se come en caldo, pero asado es muy sabroso. Además de su buen sabor tiene un alto contenido en grenetina, por lo que su consumo se recomienda a personas con problemas de huesos, artritis y osteoporosis.
Este depredador de camarón es un pescado rico en grasas poliinsaturadas, pero su precio no es precisamente bajo.
Es un pez plateado con lomo amarillo que llega a medir hasta 40 centímetros de largo y es de carne blanca.
Este pescado es muy común en la gastronomía de los mazatlecos. Tiene un gran sabor y su precio es considerablemente alto. Sin embargo, el botete tiene una neurotoxina letal con la cual se debe tener cuidado al cortar los filetes para que esta sustancia no contamine la carne.
La carne oscura y grisácea de este pez no se ve muy apetitosa, pero el chef Amadeo Puntunet nos asegura que esta especie es excelente para hacer un rico y fresco cebiche.
Es un pez pequeño, de entre 12 y 18 centímetros, por lo que su carne no es tan apreciada. Además presenta un cuerpo con un elevado número de pequeñas espinas, apto para quienes tienen paciencia a la hora de comer pescado de una muy sabrosa carne blanca.
La carne de este pescado es muy seca, específicamente de los ejemplares muy grandes, por lo que se prefiere a los más jóvenes. Se utiliza para hornear o poner a las brasas.
Tiene una carne suave y gustosa para utilizarse en diversas recetas de cocina, sin embargo, la cantidad tan elevada de espinas que tiene no permite disfrutarla tan cómodamente.
Es un pescado con pocas espinas, fáciles de separar, y su sabor es suave e ideal para asar y hervir.
Va muy bien asado, a la plancha, rebozado, a la parrilla, en cebiche, como plato consistente (con arroz, ensalada, pasta), al horno, marinado y en escabeche.
La piel de esta especie es muy dura, por lo que se recomienda solo consumir el filete. ¡No vayas a tirar el resto del pescado! Con lo que queda puedes preparar un delicioso caldo.
Estos pescados son muy tradicionales de la temporada de Cuaresma en México porque su temporada de pesca coincide en calendario, aunque a veces la naturaleza los trae a la mesa casi llegando a Semana Santa.
Su piel es oscura y llega a pesar hasta 8 kilos. Por su tamaño es ideal para el horno. Si no tienen mucha idea de cuánto tiempo dejarlo en él, calculen que por cada kilo de pescado llevará unos 45 minutos de cocción a 180 grados Celsius.
Este pequeño del mundo marino tiene un sabor similar al mero y no pocos comerciantes lo han ofrecido como tal. Puede llegar a medir hasta 80 centímetros y la mejor forma de prepararlo es cocinarlo a la sal, una técnica muy sencilla, sabrosa y lucidora.
Su carne blanca es grasosa, jugosa y firme, y se distingue por minúsculas venas negras. Las rebanadas de robalo se asan o doran para disfrutar su sabor natural y sus jugos. Puedes preparar unos pescados enteros al horno solo con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta y resultará ideal para ocasiones especiales durante la Cuaresma.
Su sabor es muy similar al robalo y aunque su precio es hasta tres veces menor no es muy popular debido a su aspecto poco agradable. Deja los prejuicios y pruébalo.
Su carne oscura es de sabor definido y suave, y su talla común es de 50 centímetros. Es el pescado clásico para el cebiche. Sus costados limpios pueden hornearse, asarse o empapelarse.