Se trata de la barra de pan estrecha y alargada que muchos encontramos irresistible.
Para el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la baguette francesa debería formar parte de los tesoros culturales de la Unesco.
“La baguette es la envidia de todo el mundo“, dijo el mandatario en apoyo a la petición que realiza la asociación de panaderos de ese país.
Los panaderos se han inspirado en el éxito de la pizza de Nápoles, la cual quedó protegida por el estatus especial que ofrece el órgano cultural de las Naciones Unidas.
La lista realizada por la Unesco tiene como objetivo mantener las tradiciones frente a la globalización.
El comité para salvaguardar el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad se reúne anualmente para evaluar las candidaturas que proceden de todo el mundo.
Los panaderos dicen que no se trata sólo del nombre y de la forma, sino la receta y los ingredientes los que necesitan ser consagrados.
“La excelencia y la pericia deben ser preservadas y esas son las razones por las cuales debería figurar como patrimonio”, le dijo Macron el viernes a la Radio Francesa, tras recibir a un grupo de maestros panaderos en el palacio presidencial del Elíseo, en París.
Los panificadores artesanos han expresado su preocupación por las imitaciones producidasa escala masiva.
“Cuando veo la calidad del pan en los supermercados, es imposible no enojarse”, señaló Dominique Anract, presidente de la Confederación Nacional de Pastelerías y Panaderías, al sitio web Atabula.
“El pan está congelado, algunos vienen de Rumania o de quién sabe dónde, nada se lleva a cabo de acuerdo con las reglas del arte“.
El baguette tradicional ya está protegido en Francia con una ley que data de 1993.
Para cumplir con los criterios, el pan sólo debe estar hecho con cuatro ingredientes: harina de trigo, agua, levadura y sal.
No debe haber estado congelado o contener preservativos.
La lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es diferente a la lista de lugares que hace la misma organización de los sitios que nombra como Patrimonio de la Humanidad.
La primera lista se enfoca en tradiciones, la mayoría de las veces en artesanía, música, danzas y gastronomía.
Algunos ejemplos de lo que ha conformado la lista son: el yoga, el flamenco, el tango y la ópera tibetana.
En 2017, la prestigiosa lista incluyó nueve tradiciones culturales de alrededor del mundo, entre ellas la pizza napolitana, y otras seis que requieren de medidas urgentes de salvaguardia.
Entre ellas están: