La palabra árabe za’atar, que se pronuncia ZAH-tahr y significa “tomillo”, es una mezcla de especias y condimentos intensamente aromáticos y antiguos que hoy en día continuamos disfrutando para simples ensaladas hasta una suculenta carne a la parrilla.
El nombre científico de este condimento del Medio Oriente es Origanum syriacum, que sugiere una conexión con el orégano, la mejorana y similares, pero tradicionalmente se hace con mejorana o tomillo como base y que luego se mezclan con zumaque, semillas de ajonjolí o sésamo y sal.
Las hojas de za’atar se pueden comer frescas, pero fuera del Medio Oriente el za’atar es mejor conocido en su presentación en polvo. Lo mejor de todo es que lo puedes hacer desde casa con ingredientes frescos para conservarlo en tu cocina y darle ese toque saladito, cítrico y ligeramente picante a tus recetas.
Puedes empezar con estas tres:
Muchas hierbas, un poco de queso parmesano y una volteadita en el horno es lo único que necesitan estas berenjenas para estar crujientes y deliciosas. Así de rápido, como deberían ser todos los refrigerios para satisfacer la tarde.
Ingredientes:
para las berenjenas:
para el aderezo:
Precalentar el horno a 200°C.
Cortar la berenjena en tiras de dos centímetros de ancho. Verter la harina en un tazón pequeño. Batir los huevos juntos en otro tazón pequeño. En un tercer tazón pequeño, combinar el pan molido, parmesano, za’atar, sal y la pimienta de cayena.
Cubrir de harina las tiras de berenjena, después humedecerlas en los huevos y luego pasarlas por el pan molido. Colocar cada pieza una del otra en una rejilla para hornear y hornear hasta que estén doradas y crujientes, aproximadamente 15 minutos. Espolvorear las partes superiores con sal.
Mientras se fríen las las berenjenas, combinar todos los ingredientes para el aderezo, excepto el agua. Para hacer el aderezo no tan espeso, agregar agua poco a poco y revolver vigorosamente hasta que alcance la consistencia deseada.
Servir las berenjenas fritas con la salsa a un lado.
Por lo caldoso del adobo, la piel del pollo no es tan crujiente como en otras recetas, pero la carne es tan tierna que vas a querer devorarlo con las manos.
Ingredientes:
Precalentar el horno a 200 ° C.
Mezclar el pollo, la cebolla, el ajo, el limón, la canela, sal y pimienta al gusto, el caldo y ¼ de taza de aceite en una bolsa de plástico con cierre hermético y colocarlo en el refrigerador al menos 2 horas.
Colocar el pollo, la cebolla, el ajo y el limón en una bandeja para hornear y cubrir con el adobo restante. Espolvorear el pollo con za’atar y cocinar hasta que el pollo esté dorado y cocido, durante 45 a 55 minutos.
Mientras tanto, derretir la mantequilla en un sartén a fuego medio alto. Agregar los piñones y cocinar, revolviendo frecuentemente, hasta que la mantequilla se espume y los piñones estén dorados, aproximadamente 4 minutos.
Cortar las pechugas de pollo, si lo desea. Servir el pollo con cebolla asada y limón, coronado con piñones.
Ingredientes:
Calentar 1 cucharada de aceite en una cacerola a fuego medio alto, agregar el cuscús y revolver para tostar y cubrir de 1 a 2 minutos. Agregar 500 mililitros de agua y una pizca de sal, llevar a ebullición, reducir el fuego a medio, tapar y cocinar a fuego lento hasta que estén tiernos de 8 a 10 minutos. Escurrir el exceso de líquido y reservar.
Mientras, calentar el aceite restante en un sartén grande a fuego medio-alto, agregar la coliflor y cocinar, volteándola ocasionalmente, hasta que esté doradita (de 8 a 10 minutos). Agregar la mantequilla y el za’atar y cocinar cubriendo la coliflor con la mezcla hasta que esté tierna, de 1 a 2 minutos. Agregar las almendras y el cuscús, mezclar para combinar, sazonar al gusto y servir.