No hagas corajes. Sabemos que el café es una bebida obtenida a partir de los granos tostados y molidos del cafeto. Sin embargo, en el sur de México y en algunos países de Centroamérica como Guatemala y El Salvador existe una bebida llamada “café de maíz” elaborada…sí, con maíz.

Elucila Escobar, habitante del municipio de Tenabo, en Campeche, prepara esta bebida hecha 100% de maíz tostado y sin cafeína, y explica que es una alternativa excelente para aquellos que no pueden beber café porque les altera los nervios o les irrita el estómago.

Elucila es parte de Maizales, un colectivo formado por mujeres de Xcuncheil, Tenabo, que trabaja con el rescate de semillas nativas para la elaboración del café de maíz y otros productos como pinole, mermeladas y miel.

Para obtener esta bebida que realmente se ve como si fuera café –es del mismo color, huele algo parecido (aunque no tan intenso y delicioso como un cafecito recién hecho) y tiene un sabor ahumado-, los granos de maíz se lavan, se tienden al sol, se secan, se guardan y después se tuestan en el comal muy lentamente hasta que cambian de color. Posteriormente se muelen para obtener un polvo muy café, el alma de esta bebida.

“Es como un cafecito de olla”, dice Elucila, quien recomienda hervir en una olla dos tazas de agua con una buena cucharada de polvo de café de maíz. Después lo puedes endulzar con lo que más te guste, desde azúcar y stevia, hasta canela y piloncillo. Además también puedes prepararlo en tu clásica cafetera eléctrica como si fuera tu café de todas las mañanas.

En El Salvador mezclan los granos de maíz tostado con un poco de granos de café o de cacao y canela y toda esta mezcla se muele. Así lo hace Zea Coff. ¿La enorme diferencia con el café de maíz de Maizales? Esta marca salvadoreña tuesta el maíz en hornos tipo BBQ, mientras que la mexicana lo hace en comales y a mano.