Lo sabemos: freír la comida no es lo más saludable del mundo. De acuerdo, pero dicen por ahí que “una vez al año no hace daño” y qué mejor que saber hacerlo correctamente.
Es importante recordar que:
¡Sí puedes freír con aceite de oliva! Una serie de estudios revelan que el aceite de oliva -tanto el común como extra virgen- se mantienen sin descomponerse a altas temperaturas y producen menos químicos que otros. Esto se debe a que la grasa no saturada en el aceite de oliva es más resistente a la oxidación que otros aceites.
Martin Grootveld, profesor de la Universidad de Montfort, en Reino Unido, recomienda el aceite de oliva en general para freír y para cocinar. “Primero porque se generan niveles menores de estos componentes tóxicos y segundo porque los componentes que se forman son menos dañinos para el cuerpo humano”, asegura.
La mayoría de los cocineros y científicos concuerdan en señalar que las mejores patatas fritas se fríen dos veces: primero, a una temperatura relativamente baja y luego con fuego alto que es el momento en el cual se forma la corteza.
A continuación te dejamos algunos consejos para que lo hagas de maravilla.
Ya tienes aceite y una sartén profunda, ¿cierto? El aceite debe estar a una temperatura de 180ºC y 190ºC; es importante calentarlo a fuego moderado y evitar que se queme y humee demasiado.
Es importante que los alimentos que quieras freír estén completamente secos, así evitarás que brinque el aceite cuando entren en contacto con él. No pongas todas las papas o todas las croquetas al mismo tiempo; coloca pocas cantidades para evitar que baje la temperatura del aceite y tu fritura se arruine.
Hay alimentos que son más fáciles de freír, pero si quieres freír pescado o alimentos más húmedos debes de cubrirlos con harina, huevo o pan molido para hacerlo correctamente.
Ahora sí, estás listo para freír tu comida como un experto.