La historia de doña Elvia Soto y su hijo Eliazer Cruz es un ejemplo de que la sazón y la tradición se llevan en la sangre. Ambos se dedican a la venta de productos y exquisita comida oaxaqueña en la ciudad de México: ella en el corazón del Centro Histórico, entre locales de ropa y zapatos; él en un sencillo y colorido restaurante en la colonia Santa María La Ribera.
Los padres de doña Elvia iniciaron el negocio –bautizado como Aquí es Oaxaca– en 1960 con la venta de productos oaxaqueños. Hoy, además de ser una meca que provee ingredientes de aquel estado a los capitalinos que buscan cocinar maravillas oaxaqueñas con sabores auténticos, doña Elvia alimenta con fantásticas tlayudas, tamales bien servidos, nieves y aguas frescas a decenas de personas que caminan sobre la calle Soledad, atrás de Palacio Nacional.
El aroma a tasajo, cecina enchilada y chorizo invita a tomar un banquito y sentarse a comer en plena calle. Para empezar pide una tlayuda con las tres carnitas y queso fresco. Pronto te darás cuenta que el asiento de puerco y los frijoles están preparados como debe ser.
Después de trabajar una jornada de 10 de la mañana a 6 de la tarde, doña Elvia y su hermana llegan a casa a preparar los tamales de mole negro, amarillito, chepil y frijol que ofrecerán al día siguiente. Si quedaste satisfecho con la tlayuda, pide al menos uno para llevar.
La oferta de bebidas es sencilla pero contundente. Diariamente, doña Elvia y su hermana preparan agua de chilacayota y tejate, una bebida tradicional oaxaqueña de maíz, cacao blanco, flor de cacao y huesos de mamey. Además, antes de abrir el negocio, las hermanas Soto preparan la nieve de leche quemada ahí mismo, el postre perfecto.
Los camiones con productos de Oaxaca llegan al negocio todos los martes, jueves y sábados para surtirlo de carnes, quesos, chocolates, moles, totopos, pan y otras delicias que puedes comprar para hacer tus propios platillos oaxaqueños.
Enchiladas de mole con arroz.
Con el ejemplo de su madre, Eliazer abrió el restaurante Oaxacaquí hace ocho años. “Cuando el producto es auténtico no hay que hacerle nada”, dice convencido de los ingredientes de calidad que ofrece su estado.
Eliazer describe su restaurante como un lugar al que se va a disfrutar comida muy sencilla y verdaderamente oaxaqueña, desde tlayudas –recomendamos “la del patrón”-, chapulines fritos con cebollita y orégano, enchiladas y moles, hasta la consentidora sopa de frijol, los molotes y el chile de agua asado.
Tlayuda “del patrón”. Lleva tasajo, cecina enchilada y chorizo.
Por supuesto también hay fresco tejate, chocolate, agua de horchata preparada con arroz, almendra, canela y semillas de melón, y agua de tamarindo; de postres, nieve de leche quemada, galletas bañadas con miel, tortitas rellenas de merengue con coco y el mamón, una especie de panqué bañado con un almíbar.
En Oaxacaquí también puedes comprar productos oaxaqueños –llévate una bolsita de tejate en polvo y dos botellas de salsas de gusanito con chile pasilla y de chapulín con morita-, pero lo más destacado es el mezcal.
El destilado que venden en Oaxacaquí está abocado con hierbas como jamaica-menta, cedrón, hierbabuena y burro, y todo el proceso se hace en la Santa María La Ribera. Cada una de las botellas de mezcal espadín es un homenaje al Kiosko Morisco y llevan los nombres de algunas calles de la colonia.
Aquí es Oaxaca
Dirección: calle Soledad #42, colonia Centro Histórico.
Precios: entre 15 y 70 pesos.
Oaxacaquí
Dirección: calle Dr. Atl #205, colonia Santa María La Ribera.
Precios: entre 30 y 150 pesos.
