Visitar Acapulco es tener un encuentro auténtico con el clásico destino de playa que tuvo gran auge en la época dorada del cine mexicano y hollywoodense, un sitio donde el jetset internacional acostumbraba vacacionar hace más de 50 años.
Es cierto que el presente es complicado para Acapulco y sus alrededores, pero la magia de este destino de playa permanece. Su estilo tradicional y con precios accesibles lo hacen una de las mejores opciones de fin de semana para los habitantes de la ciudad de México y estados aledaños.
¿Quieres una experiencia urbana y alternativa de Acapulco? A continuación te presentamos algunas opciones:
La tradición de comer pozole este día lleva años y es una costumbre muy guerrerense que en Acapulco es popular entre locales y cada vez más entre los turistas. La pozolería más concurrida es El Jaguar, en donde cada jueves hay una barra de siete o más tipos de pozole, desde el verde, el blanco y el rojo, hasta el vegetariano.
No te preocupes, en casi todos los restaurantes puedes pedir un delicioso plato de pozole con botana y un mezcalito de Guerrero para acompañar.
Subirse en una bici especial para tours gastronómicos y comenzar la experiencia por la emblemática costera de Acapulco es ahora uno de los nuevos imperdibles de éste clásico destino turístico. Aca en Bici es un tour lleno de contrastes con paradas en sitios artesanales como el mercado de dulces y la panadería de Chilapa -región de Guerrero llena de bondades gastronómicas-, un ejemplo de lo tradicional que tiene Acapulco.
Vas a probar un típico pozole o visitar El Juguito, un local que lleva 70 años vendiendo jugos de todas las frutas de la región, un sitio donde filas de artistas y hasta políticos buscan las recetas de la casa.
Ir sobre ruedas y detenerse a comer es ideal para los amantes de la comida que buscan probar los sabores de Guerrero, más allá de los platillos del mar. La bicicleta es un móvil especial con capacidad para nueve pasajeros y un conductor al frente que lleva la dirección del grupo. La salida es del Hotel Crowne Plaza.
Es una ruta gastro-cultural que surge como la segunda ruta gastronómica de Acapulco, la cual busca rescatar platillos tradicionales y darlos a conocer a los turistas a través de una experiencia única.
Visitarás tres restaurantes y el mercado Progreso, además de preparar tu propio cebiche, aprender a cortar cocos y degustar mezcal con un buen pescadito a la talla. El chef Javier Reynada es uno de los promotores de este gastrotour y de la cocina de Acapulco en particular.
Este camión ofrece un recorrido turístico por toda la bahía. Sale de La Quebrada y llega a la zona Diamante, parando en lugares importantes como el teatro “Sinfonía del Mar”, “El Fuerte de San Diego”, algunos hoteles emblemáticos y puntos con historia. La explicación de todo el recorrido es clara y precisa.
Estos son puntos clave para abordar las tradicionales lanchas de fondo de cristal que ofrecen agradables paseos para admirar la flora y fauna marina y en especial ver a la virgen sumergida, conocida como la reina de los mares. Cruzando por el canal de Boca Chica hasta la isla de la Roqueta se pueden practicar deportes acuáticos o simplemente disfrutar de las tranquilas aguas que ofrecen estas playas.
El típico manjar urbano de esta zona es el “bolillo relleno”, un simple virote relleno de carne de puerco al estilo Guerrero, receta que todos los acapulqueños conocen. Lo recomendable es buscarlo en un mercado.
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