Como corresponde a la estación, los primeros brotes de fruta ya comenzaban a asomarse en la primavera cuando todo el sector vitivinícola francés -literal- se congeló. Las bajas temperaturas y fuertes heladas de los últimos días en Francia causaron enormes daños a la producción de regiones vitícolas como Champagne, Borgoña y Burdeos, situación que ya puso en riesgo la siguiente cosecha de vinos de aquellas zonas.
Es grave, pero no es la primera vez que temperaturas por debajo de los -7 grados centígrados atacan aquellos parajes de viñedos, por lo que los productores conocen el manejo de la crisis y utilizan grandes velas, antorchas, calentadores eléctricos y en ocasiones helicópteros cuyas aspas agitan atenuando la temperatura para salvar sus viñedos.
Es demasiado pronto para hacer estimaciones, pero el impacto de la helada es peor que la del año pasado, según grandes productores. Recordemos que en 2016 la producción vino francés descendió 10% -y en algunas regiones hasta 20%- como resultado de clima extremo.
También sufrieron impactos severos los viñedos de Cognac y de Bugey, pues los racimos de uva ya estaban muy maduros y la helada los congeló y los deshizo.