¿Te quedaste con medio pavo después de la cena? No hay problema. ¿Le hicieron el fuchi al bacalao a la vizcaína o a los romeritos? Mejor para ti, porque ahora podrás disfrutar de una de las mejores cosas que la Navidad ofrece: el “recalentado”.
Para que lo disfrutes, acá te damos algunas sugerencias para que este 25 de diciembre que te reúnas con la familia no vuelvas a a cocinar.
Como si fuera un burrito, se rellena un pan pita de pavo rebanado y se adereza con yogurt, pepino rebanado, aguacate y un poco de pico de gallo.
Entre las opciones del recalentado no pueden faltar las tortas. Ya sea en telera, bolillo, o en bollos pequeñitos, los romeritos y el bacalao saben, infinitamente superiores entre dos panes, y un día después.
Con dos rebanadas de pan remojado en huevo batido y puesto a cocer en una parrilla con mantequilla, como se hace el pan francés, se rellenan de rebanadas de pavo y se les agrega lechuga, jitomate y alguna mermelada con chipotle o alguna salsa picosita de su elección. Una delicia.
Los clásicos tacos dorados son de pollo o de carne deshebrada, pero esta vez utilizaremos el pavo de la noche anterior, muy finamente picado con un cuchillo y sazonado con cebolla y jitomate como se hace una tinga, para tener un relleno lleno de sabor. Dorar los tacos y acompañar de crema, queso, lechuga picada y salsa picante.
Y ya para los más animados a cocinar un poco más el día después, también con pavo pueden prepararse unas enchiladas, desde suizas con tomate verde y crema, hasta enmoladas y empipianadas o hasta un rico pozole verde o rojo, sustituyendo el cerdo o el pollo, por carne de pavo.