Servir buena comida en un restaurante es fundamental pero, cuando en un lugar además de grandes platos, hay historia y cariño, todo sabe diferente. Sotero, el proyecto más reciente de Aquiles Chávez, es prueba de ello.

A simple vista, Sotero es un restaurante hidalguense en el que el producto y el servicio son cuidados hasta en el mínimo detalle. Basta prestar un poco de atención para notar que aquel lugar es mucho más que eso.

Para comenzar, la cocina es más bien un laboratorio gastronómico, en el que, Ulises Chávez lleva la batuta de la investigación antropológica de la que parten los ingredientes que dan lugar a los platos, los cuales son interpretados por Aquiles con una técnica respetable.

Aquiles combina el trabajo de técnicas ancestrales y modernas.

Uno de los objetivos del restaurante es reconocer los ingredientes de la región y la manera en la que los antiguos pobladores los comían. Para lograrlo, su cocinero se encarga de recrear aquellas costumbres por medio de una cocina contemporánea que culmina en preparaciones interesantes y muy sabrosas.

Los ingredientes provienen de lugares cercanos cuyos proveedores cuidan al máximo su producción. Además Ulises trabaja en conjunto con la Universidad, en un huerto urbano en la azotea del restaurante, cuyos cultivos son destinados a la cocina.

Es así que en Sotero se combinan productos como la trucha de Zitácuaro, el conejo de Tulancingo, el guajolote, el garambullo y los chinicuiles, con lo cultivado en su pequeño huerto. Todo eso, trabajado bajo técnicas tradicionales y modernas, le permite al comensal descifrar una cocina hidalguense en movimiento.

Pero no sólo la preparación de los platos es importante, además, el restaurante trabaja por mantener vigentes bebidas como el pulque, los curados y el mezcal, los cuales dan lugar a cocteles increíbles.

Conejo en salsa de xoconostle y nopalitos.

Un lugar de familia

Decíamos que cuando hay cariño en la comida, se nota.

Sotero fue el abuelo de Aquiles y Ulises. El señor, de oficio carpintero, fue fundamental en la vida de estos hermanos, quienes ahora rinden homenaje a él y a las mujeres que fueron pilares de la familia, las abuelas Mercedes, Antonia y Carmela. No es casualidad que los salones del restaurante lleven sus nombres.

Una de las cosas maravillosas que regala el restaurante es el amor en cada servicio. Platos como el Mole verde de mi mamá gallina, el Borrego de Tepeji del Río en cerveza o el Truchón de Zitácuaro a la parrilla, en verdad, ponen la piel “chinita”. 

Es el trabajo de Don Víctor, Aquiles, Ulises y todo el equipo, el que hace que te sientas en casa, como parte de la familia.

Con Sotero, Pachuca es un nuevo imprescindible en el mapa gastronómico, es un destino al que hay que ir a comer con todos los sentidos atentos.

Aquiles Chávez con Don Víctor, su papá, y Ulises, su hermano.

Dirección: Doctor Manuel del Corral #101, Col. Real de Minas,Pachuca de Soto
Teléfono: 01 771 719 4770