Imagina una bebida alcohólica que te transporte directamente a una tienda antigua de dulces; que su sabor dulce y condimentado, con notas de caña de azúcar, frutos secos, caramelo, cerezas y cáscara de naranja confitada conquiste tu paladar. Eso es el whisky Glenmorangie Milsean, dice el doctor Bill Lumsean, creador de esta bebida extra madurada en barricas de vino profundamente tostado.
Lumsean asegura que esta bebida transporta a los aficionados del whisky y los conocedores de malta a recuerdos de una época pasada, esas donde abundaban las delicias azucaradas de los altos frascos de vidrio que alguna vez estuvieron presentes en los estantes de las tiendas de cada pastelero tradicional.
Ya llegó a México el séptimo y último lanzamiento de la gama galardonada Private Edition: Glenmorangie Milsean. Este whisky primero fue madurado en barricas de roble exbourbon, luego en barricas que por muchos años contuvieron vino tinto portugués –para ganar capas de sabor- y posteriormente en barricas tostadas, con el objetivo de resaltar las notas más dulces de la bebida.
La destilería Glenmorangie fue fundada en 1843, se encuentra en Escocia y es reconocida como pionera en su campo al unir tradición con innovación para crear whiskies.