México es sin duda uno de los países con una de las gastronomías más variadas del mundo. En cada región se tienen platillos únicos tanto por sus ingredientes como por sus nombres tan originales. Nos dimos a la tarea de investigar y preguntar a expertos gastronómicos sobre 10 preparaciones con los nombres más curiosos. ¿Te atreverías a probarlos?
Éste es una especie de pozole sonorense preparado con la cola de la res, maíz y frijol. A pesar de su nombre, no lleva nada de carne de gallina.
La primera vez que escuchas el nombre te imaginas algo desagradable, sin embargo, es un platillo ancestral que se elabora en Querétaro. Ésta es una sopa de elote tierno y chile prieto.
En la Ciudad de México no nos quedamos atrás. Sin duda un antojito callejero es la famosa guajolota: una torta de tamal, que es quizás el desayuno preferido por miles de capitalinos. Y no, el tamal no está necesariamente relleno de guajolote.
¿Seño, qué me dijo que lleva? En Nuevo León este guiso está preparado con asado de puerco y frijoles refritos. Para obtener el asado se deja cocer la carne durante horas.
Sin duda, Yucatán es el estado con más variedad de nombres originales en sus preparaciones debido a que muchos tienen su origen en la lengua maya. Uno de estos es el mucbipollo, un tamal de gran tamaño que se cocina bajo tierra.
Guerrero se distingue por tener un sinfín de pozoles. Una de estas variaciones es el elo pozole, que se disfruta en el sur del estado. Además de la carne de cerdo puede llevar pollo y verduras, aunque los ingredientes varían según la zona.
Ésta es una sopa que se prepara en la costa oaxaqueña a base de caldillo de jitomate, chile guajillo, pescados y mariscos. En la orilla del río se colocan todos los ingredientes en una charca y se le agregan piedras calientes para que cuezan los ingredientes.
Éste es un platillo que emigró con los españoles y que aún se prepara en el estado de Chiapas. Hay diferentes versiones, algunas llevan carne de res, otras de carnero y vísceras, chiles, especias, además de pan para espesar la preparación.
Éste es un licor de naranja elaborado en Toluca, Estado de México. Comenzó a prepararse en la década de 1920 por Adolfo Pastor Almazán y su padre José Luis Almazán. Se le da el nombre porque al probarlo la gente se “queda picada”.
Desde Sotavento, zona que va del Puerto hasta el sur de Alvarado, Veracruz, se prepara esta bebida hecha con alcohol de caña saborizado con frutas naturales. Se hace desde la época en que los cañeros trabajaban arduas horas; para aguantar hacían estos preparados con el objetivo de sentirse “fuertes como toros”.
Y el pilón…
Es un agua que se prepara al triturar el mucílago de la fruta del cacao. Tradicionalmente se bebe en Tabasco, máximo estado productor de cacao en México. ¡Es muy refrescante! Y no, no tiene nada que ver con excrementos.
¿Conoces otros platillos mexicanos con nombres curiosos o desagradables? Te invitamos a comentar, ¡queremos ampliar esta lista!