Así que, como dice el dicho, una copa de vino al día, mantiene lejos al doctor. ¿O cómo era?
Con información de i100.
Marcos Alberti es un fotógrafo brasileño que tenía como inquietud el saber cómo se veían las personas después de tomar tres copas de vino, así que comenzó su proyecto llamado “Tres copas después”.
El procedimiento era muy fácil, citó a sus voluntarios para que llegaran a su estudio por la noche, después de las cosas que tenían que realizar en el día, como ir al trabajo, les tomó una foto y después les daba un copa para relajarlos de su pesado día, tomaba una foto. Después con más confianza les daba una segunda copa, les tomaba una foto y a la tercera hacía la fotografía final.
El artista clasificó las etapas así: en la primera copa todo es sobre comida, en la segunda el tema es el amor y en la tercera todo es violencia.
La finalidad de este experimento era mostrar las sutilezas del alcohol sobre nuestro organismo. Además de no satanizar a la bebida mientras la bebas en un ambiente seguro y con moderación, pues resulta que a muchos el alcohol los hace sentir más felices.
Así que, como dice el dicho, una copa de vino al día, mantiene lejos al doctor. ¿O cómo era?
Con información de i100.