drag_handle

1 de cada 11 personas en el mundo ya tiene diabetes, advierte la OMS

Por Mariana Toledano



bbc_banner

El mundo se enfrenta a una “marcha implacable” de la diabetes.

Así lo acaba de anunciar la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su primer “Informe mundial sobre la diabetes”, en el que sostiene que una de cada 11 personas en el mundo ya padece el trastorno.

Las cifras también indican que el número de personas afectadas prácticamente se cuadriplicó en los últimos 30 años.

“Según las estimaciones, 422 millones de adultos tenían diabetes en 2014, frente a los 108 millones de 1980“, asegura la OMS.

“Es una enfermedad silenciosa, pero su marcha está siendo implacable y tenemos que detenerla“, le dijo a la BBC Etienne Krug, responsable de los esfuerzos de la OMS en la lucha contra la enfermedad.

De acuerdo con los científicos, “en la última década, la prevalencia de la diabetes aumentó más deprisa en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos”.

Y los números continuarán incrementado mientras no se adopten “acciones drásticas”.

Más obesos, más diabéticos

El incremento de la diabetes de tipo 2 está directamente vinculado al sobrepeso y a un estilo de vida poco saludable.

La máxima autoridad sanitaria habla en su análisis de ambos tipos de diabetes (1 y 2), aunque el mayor incremento se dio en la diabetes de tipo 2, vinculada a un estilo de vida poco saludable.

A medida que las cinturas ganan centímetros, aumentan también los casos de diabetes.

En efecto, los científicos se muestran preocupados sobre la obesidad en el mundo que, tal y como advertían los científicos del Imperial College de Londres hace tan sólo unos días, “tendrá grandes consecuencias para la salud”.

Cómo la diabetes ha pasado factura

  • 422 millones de adultos vivían con diabetes en 2014
  • 314 millones de personas más de las que había en 1980
  • 8.5% de los adultos en el mundo tiene diabetes
  • 1,5 millones de personas murieron como resultado de la diabetes en 2012
  • 2,2 millones de muertes más tuvieron lugar por niveles excesivos de azúcar
  • 43% de estos 3,7 millones de personas murieron antes de cumplir los 70 años

Pero Krug se muestra algo más optimista: “Podemos detener la diabetes. Sabemos lo que hay que hacer”.

“Pero no podemos dejar que evolucione de esta forma porque tiene un impacto enorme en la salud de la gente, en las familias y en la sociedad“, agrega.

Una de las medidas es reducir el elevado consumo de azúcar.

De hecho, los niveles de azúcar en la sangre triplican el riesgo de sufrir un ataque al corazón y multiplican por 20 las posibilidades de sufrir una amputación en la pierna.

También incrementan los riesgos de accidentes cerebrovasculares, ceguera y complicaciones durante el embarazo.

El asunto es serio: la diabetes es la octava causa de muerte en el mundo y es culpable de 1,5 millones de muertes cada año.

Pero otros 2,2 millones de muertes están vinculadas a los altos niveles de azúcar en la sangre.

Acción conjunta

En cuanto a las posibles soluciones, la OMS considera que “no hay intervenciones o políticas que por sí solas puedan garantizar que ello (frenar el avance de la diabetes) ocurra”.

“En la mayoría de los países pobres, las personas con diabetes no tienen acceso a las medicinas y tecnologías que necesitan”. Etienne Krug, OMS
 Y es necesaria, según el organismo, una acción conjunta por parte de toda la sociedad.

“La solución ‘fácil’ para todos nosotros es hacer ejercicio, comer de forma saludable y no ganar demasiado peso. Y, por supuesto, no es tan fácil”, dice Krug.

De acuerdo con el experto, es necesario que los gobiernos actúen para regular las cantidades de grasa y azúcar en los alimentos y asegurar que existen opciones saludables disponibles para la gente.

También es esencial, agrega, una mejor planificación urbana que motive a los ciudadanos a ir en bici o caminar.

Además, la industria alimentaria debe actuar de forma responsable para reducir el contenido de grasa y azúcar en los alimentos y dejar de promocionar comida poco saludable, dice Krug.

La única manera de contener el avance de la enfermedad es mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control.

Pero, según el informe, dos tercios de los países de bajos ingresos no disponen de los sistemas de monitorieo de glucosa, o no pueden proporcionar medicamentos como la insulina o la metformina a la mayoría de sus habitantes.

“Hay dos cosas de este informe que realmente me preocupan: una es que una de cada 11 personas en el mundo tiene diabetes. La otra, la falta de equidad”, dice Krug.

“En la mayoría de los países pobres, las personas con diabetes no tienen acceso a las medicinas y tecnologías que necesitan”.