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Embajadores barbecue: la diplomacia cultural con una sabrosa salsa en el Pinche Gringo

Por Mayra Zepeda

Una nueva generación de restauranteros está cambiando la percepción que se tiene en la Ciudad de México de la comida estadounidense. Al traer a la ciudad el estilo de las parrilladas a la barbecue, los propietarios de Pinche Gringo y Porco Rosso están participando en una forma improvisada de diplomacia culinaria. También están reuniendo a un gran número de personas de ambos países – y de muchos otros – para que pasen un gran rato.

En una tarde soleada en la ciudad de México, Dan DeFossey, el co-propietario del restaurante Pinche Gringo, de 36 años, se acomoda en el asiento de una de las mesas de madera de su restaurante y se voltea a la larga fila formada frente al camper de aluminio que alberga la caja de su restaurante. Las multitudes que abarrotan Pinche Gringo confirman el éxito de un nuevo grupo de restaurantes de barbacoa estilo americano que participa en una forma improvisada de diplomacia cultural en la Ciudad de México.

“Hemos visto hasta mil 600 personas venir en un fin de semana”, dice DeFossey. “La gente realmente ha estado abierta [al barbecue]”.

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Photos: Nathaniel Parish Flannery

Cuando los clientes ordenan platos o sándwiches de cerdo y de suculento pecho de res ahumado a fuego lento (beef brisket), al mismo tiempo obtienen una introducción a aspectos de la cultura de Estados Unidos que no llegaron a este país después de que México se abrió al comercio internacional con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y dio la bienvenida a la inversión extranjera.

México, por supuesto, disfruta una posición de ventaja culinaria; es ampliamente reconocido como uno de los centros gastronómicos más prominentes del mundo. En la propia ciudad de México, las opciones que van de los puestos de tacos hasta restaurantes gourmet ofrecen una gran variedad de platos de diferentes regiones y subculturas de México.

DeFossey tiene como objetivo mostrar a los residentes de la capital de México que hay más en la cocina estadounidense que hamburguesas y hotdogs. “Ellos no saben mucho acerca del brisket”, dice de los comensales mexicanos. “El Brisket es una carne cocida lentamente. Es muy complicado cocinarla”.

Dan DeFossey, copropietario de Pinche Gringo. // Foto: Nathaniel Parish Flannery

Dan DeFossey, copropietario de Pinche Gringo. // Foto: Nathaniel Parish Flannery

Los chefs encargados del barbecue en Pinche Gringo utilizan unas parrillas de ahumado hechas con tanques de propano modificados para asar lentamente las piezas de carne dura y grasosa.

El humo de los leños de roble abrasa la carne durante 14 horas y el resultado es un suave corte de carne que prácticamente se deshace cuando los comensales usan el tenedor y cuchillo.

Hasta ahora los residentes de la ciudad de México han dado la bienvenida al barbecue. “Esa es la magia”, dice DeFossey. “A veces vemos gente que lo prueba por primera vez”.

Y a medida que prueban diferentes opciones del menú se familiarizan con la cocina. “Brisket ya es parte del léxico aquí”, dice DeFossey. “También el cerdo deshebrado”.

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Los propietarios de Porco Rosso Pedro Ochoa and Bobby Craig. // Foto: Nathaniel Parish Flannery

Intereses comunes

Estados Unidos y México comparten una de las fronteras binacionales más largas del mundo y llevan a cabo negocios por más de mil millones de dólares al día. Sin embargo, todavía hay una gran brecha entre las culturas de los dos vecinos. Eso sí, cuando se trata de comida, en realidad tienen mucho en común.

Roberto Luna, copropietario de Pinche Gringo, dice a El Daily Post que la mayoría de los mexicanos están familiarizados con la barbacoa y con las carnitas, dos platos locales ejemplo de cocción lenta. “Estamos familiarizados con el pecho de ternera o brisket. Es lo que aquí llamamos suadero”, dice. Pero los sabores cambian cuando lo cocinas de esta manera (ahumado). Se cocina 14 horas en su propia grasa. Es nuevo para nosotros, para la cultura mexicana”.

https://www.youtube.com/watch?v=g4IaHuDdB14&feature=youtu.be

Para leer el resto del texto consulta la versión original publicada en El Daily Post (en inglés).