Restaurante Panamá, parada obligada en Mazatlán

Por Mariana Toledano

Hay lugares que comienzan de una forma y luego se transforman para ser algo completamente distinto y maravilloso. Tal es el caso del restaurante Panamá, una cadena sinaloense que comenzó siendo una tienda de abarrotes y que hoy es uno de los lugares favoritos para comer en aquel estado.

Hace casi 45 años el señor Ignacio Osuna adquirió una tienda de abarrotes ubicada en la calle Belisario Domínguez en Mazatlán, Sinaloa, cuyo nombre era El canal de Panamá. Con el tiempo, su esposa, la señora Livi Vidaurri, comenzó a preparar pasteles caseros que se vendían en ésta y otras tiendas de abarrotes.

Hacia 1976, los pasteles de la señora Livi fueron tan exitosos que la tienda de abarrotes se transformó en la Pastelería Panamá y más tarde en el Restaurante. Seis años más tarde el negocio se extendió a restaurante y abrieron una sucursal más. En 1990, se abrió en Cualicán una fábrica de pasteles y otra sucursal del restaurante.

Para desayunar como reyes

Siempre es buen momento para visitar este restaurante pero lo mejor es durante el desayuno. Para comenzar, hay que probar los deliciosos panes que los hicieron famosos, para elegir estas delicias desfilará ante tus ojos un tradicional carrito en el que encontrarás empanadas y pays de guayaba verde -imperdibles y muy típicos de la región-, conchas, panqués, donas, cuernitos y rebanadas enormes de pastel, todo un agasajo.

Pay de guayaba muy tradicional de esta región. // Foto: Mariana Toledano

Aquí lo bueno son las combinaciones, paquetes que incluyen además de una buena cantidad de comida, jugo o fruta y café o té, son una opción perfecta para comenzar el día con un plato de comida tradicional sinaloense. Hay 18 combinaciones que incluyen desde machaca, quesadillas de chorizo, tamales y cebiche de marlin, hasta lengua en salsa ranchera, hot cakes o panquekis -un tipo de waffle pero desbordado-.

Por ejemplo, la combinación San Blas ofrece chilaquiles rojos al chipotle con camarones salteados, huevos revueltos o estrellados, panela fresca y frijoles, la Sinaloense va con chicharrones en salsa ranchera, chilaquiles rojos, huevo revuelto o estrellado, papas a la campesina y tocino, y la Mochomitos lleva machaca asada estilo “Mochomos” con chile verde y cebolla, panela, huevos revueltos o estrellados y frijolitos caldudos. Es imposible que te quedes con hambre, puedes verlos todos aquí.

Taquitos de machaca, huevo y queso fundido con chorizo de Mazatlán, así luce una combinación en el Restaurante Panamá. // Foto: Mariana Toledano

Además de la gran variedad de platos que puedes pedir a la carta -en realidad el menú es enorme-, hay bebidas especiales como malteadas, coolers de fruta con hielo y agua, la chabela -agua de jamaica con fruta picada-, choco milk, cafés y por supuesto, la tradicional agua de cebada.

Las mesas del restaurante están llenas todos los días, en especial los fines de semana cuando las familias asisten -algunas de ellas desde hace varios años- para compartir estos desayunos sin igual. La tradición el sabor inigualable de este lugar hace que la gente regrese con gusto.

Este es el tradicional carrito de panes y postres que pasa entre las mesas. // Foto: Mariana Toledano

El crecimiento de Grupo Panamá ha sido asombroso, a la fecha cuenta con 14 sucursales en Mazatlán y 17 en Culiacán. Esto es posible gracias al trabajo arduo, a la gran calidad de los alimentos y a su inigualable sazón.

No es difícil imaginar porqué ha logrado desplazar a otras cadenas trasnacionales de comida rápida. Sin lugar a dudas, el Restaurante Panamá y sus pastelerías son una parada obligada en Sinaloa.