El Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT) estima que la industria mezcalera del país produce cerca de 17 mil toneladas de bagazo de agave al año y frente a esto, el instituto realizó un estudio para obtener carbón activado a partir de los residuos de estas plantas, el cual puede ser empleado en la potabilización de agua, el tratamiento de agua residual y en las emisiones gaseosas.
La variedad que se estudió para esta investigación fue el llamado azul o Tequilana Weber, endémico de los Altos de Jalisco y cultivado en más de 10 estados que poseen la denominación de origen para producir Tequila.
La obtención de carbón activado por medio de sus residuos reduce la contaminación del medio ambiente a causa del CO2; en lugar de incinerarlo y convertirlo en gas contaminante, en menos de dos horas se obtiene un nuevo material que ayuda a mitigar el cambio climático.
René Rangel Méndez, investigador de la División de Ciencias Ambientales del IPICYT y coordinador del proyecto, explicó para La Crónica que para obtener el carbón activado, lo primero es carbonizar el material para después gasificarlo a una temperatura de 300 grados C, luego se activa al generar su porosidad.
Según informan los investigadores, las materias primas para obtener carbón activado no son suficientes para cubrir la demanda mundial. Es por ello que el bagazo de maguey resulta una muy buena opción para satisfacer las necesidades aprovechando los residuos de una industria en crecimiento.
Los investigadores aseguran que puede ser un negocio redituable puesto que el único costo importante es de transportación. El equipo es el mismo que el que se emplea para producirlo a través de la madera y la concha del coco.
Esta investigación se realizó con un fondo mixto de Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica, el CONACYT y el Estado de San Luis Potosí.