Cocinar con amor es cocinar bien. Y si lo puedes aderezar con recuerdos entrañables, la comida es inmejorable.
Para que consientas a tu familia y amigos, los llenes de amor y alegres recuerdos —y lo hagas con gusto—, Le Creuset y Animal Gourmet organizaron un concurso de recetas. ¿El premio? Una cacerola bajo de hierro colado esmaltada.
Sin más, vamos con la receta de Ana Laura Landa, que fue elegida como la ganadora del concurso. Ella envío la receta de los mixiotes de carnero con nopales, un platillo típico de Hidalgo y todo un clásico de la cocina mexicana.
Mi familia materna proviene de Tulancingo, Hidalgo. Recuerdo acompañar a mi abuelita en su viaje al mercado, comprábamos hojas de maguey, borrego, los chiles, tortillas azules, queso fresco envuelto en hoja de plátano y los demás ingredientes.
Siempre he considerado los mixiotes de borrego o carnero como una comida sorpresa. Me encanta abrir el morralito y disfrutar el olor de la carne con salsa y nopales; embarrarme las manos, mezclar todo dentro de una tortilla y comerme un delicioso taco de mixiote.
Cuenta mi mamá que ella y mi tía, de pequeñas, ayudaban a remojar y partir las hojas de maguey mientras mi abuelita hacía la salsa en el molcajete y que sólo en una ocasión mi abuelita dejó que mi mamá le ayudara a preparar la salsa. Mi abuelo conseguía el pulque que también se utiliza en la receta.
Por muchos años utilizamos los botes contenedores de manteca como vaporeras, que también se usaban para los tamales. Mi mamá recuerda que en el fondo, debajo de la parrilla que separaba el agua de los mixiotes, se le colocaban unas monedas que durante todo el proceso de cocimiento saltaban y rebotaban en el bote haciendo ruido. Las monedas servían para saber si el bote tenía suficiente agua ya que si dejaban de generar sonido, significaba que el agua ya se había consumido.
Siempre preparamos arroz amarillo y frijoles para acompañar la comida junto con tortillas azules y queso fresco. Ahora mi abuela ya no está con nosotros, pero tanto mi tía como mi mamá tratan de que no se rompan las tradiciones tan sabrosas que tenemos. Actualmente usamos una vaporera, nos cuesta mucho trabajo conseguir las hojas de maguey (que acabamos de descubrir que en los mercados llaman hojas mixiote), pero tratamos que lo demás se mantenga igual que como mi abuelita lo escribió en su recetario.
Abrir los chiles, quitarles las venas y las semillas y asarlos ligeramente en un comal sin aceite. Mientras tanto, hervir agua para remojar los chiles que se agregarán cuando esté caliente. Se dejan remojando durante 15 minutos, volteándolos continuamente.
Pelar los ajos y cortar la cebolla en trozos de 1 centímetro de grosor. Freír ligeramente con aceite y colocarlos en la licuadora.
En el mismo aceite dorar ligeramente la mejorana, el tomillo, los clavos, las pimientas y el comino. Agregar estos ingredientes junto con los chiles a la licuadora. Añadir a la licuadora el jugo de naranja y el vinagre. Licuar.
Colocar la carne en una olla y vacíar la salsa previamente sobre la carne. Agregar los nopales crudos, cortados en cuadritos, y el vaso de pulque. Revolver y macerar por 3 horas al menos.
Pasado este tiempo, remojar en agua caliente las hojas de maguey (mixiotes) y extenderlas con mucho cuidado de no romperlas. Cortar del tamaño deseado para hacer las bolsitas.
Para preparar los mixiotes: Colocar carne con salsa y nopales sobre la hoja de mixiote, agregar un pedazo de hoja seca de aguacate. Llevar los extremos hacia arriba formando una bolsa. Amarrar muy bien con el hilo para que no se salga y colocar los mixiotes en una vaporera, sobre una parrilla procurando que no queden apretados para que fluya el vapor entre ellos.
Poner un litro de agua a la vaporera, colocar las monedas abajo para revisar la cantidad de agua mientras se hacen los mixiotes y dejar cocer durante 90 a 120 minutos. Si las monedas dejan de sonar agregar un poco más de agua.