De apenas dos milímetros de largo, esta ovalada y lustrosa semilla de la familia de las labiadas es considerada un súperalimento por sus abundantes propiedades nutricionales. La Salvia hispanica —nombre científico que recibe— es una pepita minúscula que al entrar en contacto con el agua se torna aceitosa, feculenta y mucilaginosa. Existen varios colores pero el más común es el negruzco o el blanco.
La chía es endémica de México. Desde épocas milenarias fue empleada por los pueblos prehispánicos; los aztecas la molían para preparar pinole, atole y aceite y le llamaban «chian». De acuerdo con Fray Bernardino de Sahagún, se le ofrecía la planta de la chía a Chicomecóatl, diosa del maíz y de los mantenimientos, en una celebración especial llamada hueytecuíhuitl. Se sabe que se llenaba una canoa con «chianpinolli» de la cual cada asistente iba consumiendo un poco hasta que se agotaba en su totalidad, sin que hubiera desperdicio.
Los indígenas hasta la actualidad lo consideran un producto frío y es estimadísima en su dieta por sus propiedades. Tanta importancia tiene la chía que el estado de Chiapas recibe su nombre por la semilla.
Estudios actuales confirman sus extraordinarias propiedades lo que ha impulsado su consumo. Por ejemplo, contiene 700% más Omega 3 que el salmón del atlántico; 500% más calcio que la leche entera; 300% más hierro que la espinaca y 100% más fibra que la linaza. Su consumo es excelente para el intestino y se sabe que puede ayudar contra la obesidad.
Su empleo más popular es en aguas refrescantes. El agua de limón con chía es un clásico de la gastronomía nacional. Se le agrega a los cocteles de frutas, a las ensaladas y al yogurt; los brotes tiernos de la planta tienen diveros usos crudos o cocidos.
Actualmente se incorpora en el mundo de la repostería. En Comitán, Chiapas, el agua de chía o refresco de chía es muy común durante las fiestas de agosto. Esta agua fresca se ofrece cuando se celebra a la Virgen de los Dolores. Los indígenas purépechas de Michoacán hacen con ella unos piltamales llamados chapatas y es básica en sus altares de muertos.
En inglés: ‘chia seeds’. En francés: ‘chia’.
Esta agua fresca es una de las más socorridas de México. En la profunda cultura de las aguas de sabor, la de limón con chía prevalece como una de las favoritas junto con la de tamarindo, horchata, jamaica y cebada. Es un agua muy refrescante y sofisticada por la consistencia y textura que aporta la chía a esta acidulada agua.
Ingredientes
Procedimiento
Disolver en el agua el azúcar. Agregar el jugo de limón. Mezclar la chía.
Consejos
Nota importante: La riqueza nutrimental de los ingredientes consignados en cada cédula, no radica en el contenido total de nutrimentos o en la cantidad específica que aportan de vitaminas y/o minerales (micronutrimentos) sino en su combinación en el consumo, lo cual origina platillos de un alto valor nutrimental.
La información nutrimental fue proporcionada por Brotes del Campo. Para conocer sus fuentes, su chía y servicios consultar su página web: www.delcampoexports.com