drag_handle

Ositos de goma, un dulce recordatorio de que todos fuimos niños

Por Mariana Toledano

Los ositos de gomita son una cosa maravillosa, su sabor es dulce y su textura perfecta. Es una golosina capaz de animar el día a chicos y grandes pero, ¿te habías puesto a pensar cómo fue que surgieron? ¿Por qué comemos ositos y no perritos o conejos?

Esta historia tiene lugar en un tiempo y lugar lejanos. En 1920, en las tierras alemanas de Bonn, el señor Hans Riegel tuvo la gran idea de recrear, por medio de gelatina, azúcar y jugo de frutas, los “ositos bailadores”. Estos animalitos eran vestidos con ropa y jalados por cadenas para estelarizar espectáculos en mercados y ferias en la Edad Media. Con el tiempo, el nombre cambiaría a Goldbären en alemán, que significa “osos de oro”.

Fue gracias a estas golosinas, que festejan su 95 aniversario, que la dulcería Haribo se consolidó en los años veinte, llamada así por las dos primeras letras del nombre y apellido de su fundador Hans Riegel y por las dos primeras de Bonn. A pesar de que en sus inicios la dulcería contaba con muy pocos recursos, gracias al éxito de los ositos de gomita, comenzó a dar frutos y con ellos se crearon nuevos productos.

Haribo logró sobrevivir a las dos Guerras Mundiales, pero no así su fundador, por lo que su esposa Gertrud y sus hijos Hans y Paul tomaron las riendas del negocio y dedicaron sus esfuerzos a innovar el mercado de las golosinas. Con el paso del tiempo lograron hacer gomitas en forma de frutas, de botellas de refresco de cola, tiras de espagueti, pingüinos y demás animales, que encantaron a todos.

Aunque ahora nos parezca extraño, hace varios años los ositos de color verde sabían a fresa, los rojos a frambuesa, los amarillos a limón, los blancos a piña, y por supuesto, los naranjas a naranja. Fue en 2007 cuando el sabor a fresa se hizo de color rojo claro, dejando el rojo fuerte para la frambuesa y el verde para la manzana.

Las gomitas de Haribo no contienen colorantes artificiales, todos los colores se obtienen del jugo de frutas, es por ello que aún no han logrado hacer ositos azules. No obstante, la Universidad Técnica de Würtemberg ya trabaja en encontrar la forma orgánica de producirlos. 

4258808710_9a83ee3c95_z

Estos son los originales ositos de gomita. // Foto: Paul Heaberlin (Creative Commons)

Otro de los cambios en los ositos alemanes es que antes su expresión era muy seria, pero se modificó su aspecto y ahora son muy sonrientes. 

Si te encantan estos dulces, no lo pienses dos veces y baja la aplicación oficial en tu smartphone, te divertirás muchísimo. Da click aquí para Android o click aquí para iPhone.