¿Cómo es una cata tradicional? ¿Qué aprendemos en ella? ¿Cómo debemos ir vestidos a ese evento? La cata tradicional es un evento formal al que acudimos de manera elegante para conocer una serie de vinos que probaremos de la mano de un guía llamado sommelier, quien nos explicará las características de cada uno de los vinos presentados.

Desde hace tiempo el mundo del vino ha roto los viejos moldes para ofrecer nuevas propuestas para degustar las delicias de Baco. Así, hemos creado la mesa del sommelier en El Jolgorio, junto a nuestros amigos de Viñedos de Tradición, una importadora de vinos franceses que han sido cuidadosamente seleccionados entre los pequeños productores de vinos de calidad de ese maravilloso país.

Lo que hacemos es tener una mesa común a la que llegan los comensales a comer entre las 2 y las 6 de la tarde del viernes para platicar de vinos, gastronomía y los placeres de la vida en un ambiente ameno y relajado. A lo largo de la comida, Adrién Betous, el sommelier, nos explica el origen de los vinos y sus notas de cata, y preparamos un menú especial para armonizar con los vinos.

Viñedos de Tradición se ha especializado en seleccionar vinos orgánicos. Estos tienen la virtud de provenir de viñedos en los que se siguen los métodos tradicionales de cultivo de la vid, con la idea de darle un carácter único y especial a sus caldos, pues las uvas son cuidadas con el mismo esmero de hace siglos. El entorno del lugar lo agradece, pues las abejas siguen polinizando las flores silvestres y los bosques se mantienen vivos y a salvo de las ambiciones predadoras de las grandes compañías que buscan afanosamente extender los cultivos para aumentar la producción.

Entre los vinos que he probado hay un blanco, llamado Stella de Mas Bres, que ha sido un excelente acompañante para los sabores frescos, estimulantes y ligeramente picantes de la comida mexicana. Para acompañarlo, este viernes 24 de abril vamos a preparar una deliciosa ensalada de camarones y salmón al achiote.

El tinto es L’arbe blanc, el árbol blanco. Un vino potente y carnoso con tonos ahumados y de tabaco para el que prepararemos unas escalopas de filete en especias turcas del mercado de Estambul.

¿Por qué el nombre del Árbol blanco para un vino tinto? Nos lo podemos imaginar si conocemos la literatura de Kazantzakis quien en su maravilloso libro El Pobre de Asís pone en labios de San Francisco un diálogo entre el santo y el árbol de almendras en pleno invierno, cuando la vida parece extinta y el frío adormece la esperanza y la voluntad: “—Hermano almendro, háblame de Dios. Y el almendro floreció”. Los almendros europeos y los casahuates mexicanos florecen en invierno justo cuando los hombres desesperados necesitamos el guiño de la naturaleza que nos invita a una nueva primavera.

Con esta inspiración beber el buen vino francés es todo un deleite, y en la cocina prepararemos además el amuse de bouche francés, una pequeña entrada de sopita de frijol y tostada de quelites. Y nuestro final será un suculento pastel de chocolate de leche y helado de pistache. ¿Se animan a venir?