Aunque es cierto que no existen alimentos mágicos ni perfectos, es bien sabido que el uso de los “súper alimentos” cada día se populariza como alternativa para comer más saludable.
Lo importante es tomar en cuenta que se trata en su mayoría de vegetales que aportan muchos nutrientes sin tantas calorías, por lo que es bueno preferirlos sobre los carbohidratos refinados y las grasas menos saludables.
Los frutos secos, los cereales de grano entero y el aguacate son algunos de los súper alimentos más conocidos. Sin embargo, la nutrióloga Tina Ruggiero, autora de The Truly Healthy Family Cookbook, seleccionó para Time una lista de 10 súper alimentos poco conocidos.
Algunos de ellos sólo se encuentran en ciertos lugares y temporadas, pero si tienes la oportunidad de probarlos, no lo pienses dos veces, tu organismo lo agradecerá.
Este fruto es muy parecido a la calabaza, no obstante su consumo es tan frecuente. Aunque su apariencia no es muy apetecible, su carne es de color amarillo y deliciosa. Es muy rica en vitaminas A y C, antioxidantes, potasio y mucha fibra.
Saboréala rostizada con un poco de kale o en compotas y mermeladas.
Es una mezcla entre la fruta de la toronja y la naranja. Su sabor es cítrico aunque se parece un poco al del melón, lo que lo hace ideal para comer al natural o en jugo. También se puede disfrutar en mermeladas, compotas o para acompañar la carne de ave ya que le da un sabor muy particular.
Esta fruta es baja en calorías, tiene mucha fibra y es una excelente fuente de potasio.
Esta plata ha sido utilizada desde los inicios de la humanidad ya que es muy versátil. Se le ha llamado hierba, especia o legumbre, aunque sus semillas son muy apreciadas como especias en Oriente.
Puedes disfrutar sus semillas en ensaladas o en polvo para darle un sabor muy particular a los marinados. Son una excelente fuente de hierro, potasio, calcio, colina y por supuesto de fibra.
Es un cereal originario de África cuyos granos son muy pequeños. Es rico en fibra y en hierro, además de ser una excelente opción para consumir proteínas y calcio. Este cereal es muy versátil, se puede usar en preparaciones dulces y saladas. La gran ventaja es que al ser libre de gluten lo pueden consumir las personas celiacas.
Esta variedad es menos conocida que el verde o el negro, la diferencia radica en que se bebe después de un proceso de fermentación, lo que elimina la teína casi por completo, siendo así un té descafeinado. Es una gran fuente de antioxidantes.
Si te gusta la ciruela y el albaricoque este es tu súper alimento, ya que se trata de un híbrido de estas dos frutas. Aunque su nombre proviene del inglés (‘plum’ +’apricot’) su origen es español.
Se trata de una fruta muy rica en fibra, con mucha vitamina A y C y al ser más dulce que sus predecesoras se puede comer a mordidas sin problema.
Es un alga comestible muy utilizada en Japón, es el ingrediente principal de la sopa miso. Tienen una gran densidad en micronutrientes y minerales y es muy bajo en calorías. Aporta una gran cantidad de antioxidantes y es perfecta para ensaladas y sopas.
En México es muy común el apio pero su raíz generalmente se deja de lado. En Francia, por ejemplo, se utiliza en ricas ensaladas. Este bulo está lleno de vitamina B6, C y K, así como potasio y magnesio. No hay pretexto para no usarlo en la cocina porque se consigue muy fácil.
Es parte de la familia de los quelites, contienen más ácidos grasos omega 3 que cualquier otra verdura y es una gran fuente de vitaminas y minerales. En México es muy común comerlas en salsa verde con cerdo o en ensaladas.
Es cítrico originario de China, fruto de la cruza entre la lima y el kumquat. Como el resto de las frutas de esta familia, es muy rico en vitamina C y fibra. Tiene un toque dulce, ácido y amargo que permite utilizarlo tanto en platos salados como en postres más dulces. Puedes disfrutarlos rostizados con un poco de yogurt griego.